miércoles, 12 de noviembre de 2008
Capítulo 34 "La Batalla Sindical" Primera Parte
En el capítulo anterior, nos habíamos instalado con Stephane y Siva en Blenheim, en la casa de Kumar. Comenzamos a trabajar en los viñedos y me había pasado dos semanas desarrollando un nuevo sistema de poda (el Ford-Taylor System) que había terminado en un rotundo fracaso por no satisfacer las normas ISO de calidad mínima.
Era una mañana tranquila en la casa de Kumar. En nuestro cuarto yo era el único despierto, si bien no quería salir de mi tibia bolsa de dormir. Stephane y Siva roncaban desafinados y fuera de tempo en sus camas.
Lamentablemente mi sueño de viajar a Asia y a Europa, poco a poco, estaba entrando en la misma triste categoría de sueños donde se encuentran "Jugar en la Selección Argentina de Fútbol", "Hacerme millonario antes de los 30" y tantos más.
La semana anterior había ganado un poco más de 300 dolares. Había pagado 100 de alquiler y 50 en comida. Le debía 300 dólares a Juan y como 400 a Stephane. Estaba en el horno con papas noisette.
Varios días antes, había recibido un mail de Juan contándome que, finalmente, había encontrado trabajo en una "dairy farm" (campo de vacas lecheras). Estaba ganando muy bien y, encima, aprendía un montón.
"Fede, tenés que conseguir un laburo como este. Es lo mejor. Tal vez te puedo conseguir algo. Voy hacer un video para enseñarte a manejar un tractor, así es más fácil que te contraten" me escribía en el mail.
Qué tenía que hacer? Seguir intentando ganar buena plata como podador? Cambiar de ciudad? Buscar trabajo en un tambo? Seguir viaje con mis compañeros? Cortarme solo?
Me levanté, fui a la cocina en pantuflas y allí vi a nuestro pequeño ratón corriendo hacia debajo de la heladera. Ni me importó, ya estaba acostumbrado a verlo e incluso hasta que me había encariñado y le habíamos puesto nombre.
- Ayala! - lo saludé cuando lo vi
Desayuné solo leyendo las ofertas de un folleto de supermercado, las papas y los kiwis estaban baratos pero después de haberlos conseguido gratis durante tanto tiempo, comprarlos me parecía irracional y totalmente injusto. Luego salí al jardín y me puse a acariciar a los dos gatos guardianes de Kumar, que increíblemente, sí estaban entrenados para no entrar a la casa. Encima eran macho y hembra y me juego la cabeza que la gata no estaba castrada. Este Kumar era un grande.
Tras meditar un rato volví al cuarto a hablar con mis dos compañeros, que, si bien estaban en sus camas, ya estaban despiertos.
- Muchachos, estuve pensando y creo que voy a empezar a buscar trabajo en una dairy farm.
- Sí? Me parece muy bien - dijo Stephane - ya estoy harto de la poda.
- A mí también me parece bien - agregó Siva - si estamos los tres juntos cualquier trabajo es bueno.
- A ver... - "qué momento difícil" pensé -... el problema es que no se si vamos a poder encontrar una dairy farm para los tres juntos. Además piden cierta experiencia en el campo. Yo no tengo idea de cómo ordeñar una vaca pero por lo menos lo estudié en la Facultad y en un curriculum más o menos, la puedo pilotear... pero vos, Stephane, sos banquero. Y vos, Siva, sos un ex-jugador de fútbol. Me parece que las chances son prácticamente nulas.
Stephane se quedó un poco dolido y en silencio.
- Hagamos los siguiente - propuso Siva - tratemos con mucho esfuerzo de encontrar una dairy farm para los tres. Si vemos que no hay, cada uno puede tratar de encontrar un empleo por separado.
- Mmm... de acuerdo. Hoy mismo empezamos a buscar.
Aquella mañana nos separamos y cada uno hizo la suya. Yo fui a un ciber y (después de boludear media horita en el Facebook) empecé a navegar en buscadores de empleos de NZ. Obviamente, todo lo que era lechería, pedían un solo empleado. Mis mensajes eran ridículos:
"Estoy interesado en el trabajo. Tengo experiencia en ganadería y estoy viajando con dos amigos (un malayo y un francés) así que si hay lugar para tres sería mucho mejor"
Le respondí el mail a Juan a ver si me podía ayudar en la búsqueda y luego puse mis datos en un montón de sitios con la esperanza que me llamaran.
Cuando me reencontré con el francés lo primero que me dijo fue
- Tengo noticias... - y acto seguido comenzó a darme la siguiente explicación.
- Estuve releyendo el contrato que firmamos con Yellow Boots y encontré una parte que es muy ambigua, relacionado con la paga. El contrato dice algo así como que nos van a pagar un mínimo de 10 dólares por hora (casi 100 por día) si no podemos alcanzar a podar los árboles suficientes. Por eso mismo hoy me dirigí al Income Office.
- Qué es eso?
- Es como un ente regulador entre empleados y empleadores. Y allí me explicaron que ni siquiera importa el contrato que hayamos firmado. Me dijeron que toda empresa residente en NZ tiene la obligación de pagarle como mínimo 90 dólares por día al empleado.
- Entonces?
- Cómo entonces? Ya mismo vamos a Yellow Boots para que nos paguen lo que nos deben. - afirmó Stephane como si fuera obvio.
- Nahh, no funciona así. No te van a regalar plata. Ellos nos dijeron que era por árbol podado y nosotros aceptamos.
- No importa! Es nuestro derecho!! - gritó enfurecido Stephane sacudiendo ambos puños. Allí entendí por qué todas las grandes revoluciones fueron en Francia.
- No sé...a mí me incomoda muchísimo pelear por plata. No me sale, es más fuerte que yo.
- Bueno, vamos juntos y yo peleo por los dos.
Le comentamos a Siva que ibamos a ir a apretarlo a Piong y nos respondió que no quería ir, que el chino había sido amable y no le importaba la plata. Siva estaba más alla de todo.
Después de caminar como una hora llegamos hasta la puerta de la casa de Piong (aquella donde vivían todos los chinos y donde habíamos dormido una noche) y yo arrugué.
- Disculpá, Stephane. Realmente no puedo pelear por plata. Me da cosa. Si querés entrá y exigí tu diferencia. Yo te espero afuera.
Me senté en la vereda pensando que el francés entraría, y a los 5 minutos saldría, de muy mal humor, y con las manos vacías. Sin embargo pasaron dos horas y Stephane no salía. No entendía nada, y me daba un poco de vergüenza entrar a preguntar, teniendo en cuenta que ya había esperado afuera como un boludo tanto tiempo. Finalmente le mandé un mensaje de texto y los dos minutos salío de la casa, insultando y revoleando piñas al aire.
- Encule!!! Fils de pute!!
Cada vez que Stephane se enoja e insulta en francés, no puedo evitar tentarme. Hice un esfuerzo para mantener la compostura y le pregunté ya sabiendo la respuesta
- Y? Te devolvieron la plata?
- No!! Podés creer que Piong se hacía que el que no sabía del salario mínimo? Decía (imitando su acento oriental) "No, yo no sabel nada de eso" "Tu estal equivocado". Ahrrhrhg!! - y se puso a patear y a sacudir un pobre arbusto.
- Y vos qué le decías?
- Yo durante una hora le decía lo que me dijo la señora en el Income Office.
- Y antes de irte le dijiste alguna amenaza final?
- Eh? No.
- Le tendrías que haber dicho "No me importa si estás de acuerdo o no, Piong. Si no me pagás ya lo que me debés, mañana mismo voy al Income Office a iniciar la demanda correspondiente. Ellos me dijeron que me van a asesorar y ayudar en todo" - al escuchar esto Stephane se quedó en silencio mirándome
- Voy a volver y les voy a decir eso - me dijo serio
- Naah. Ya estoy re cansado de esperar. Ya fue. Vamos.
- No, si querés volvé a la casa. Todo bien. Voy a entrar otra vez.
- Bueh, está bien, te espero. - acepté de mala gana.
Nuevamente entró a la casa y esta vez directamente me acosté en la vereda a dormir, pensado que iba a tardar dos horas más, sin embargo salió a los 5 minutos, con la frente en alto, una orgullosa sonrisa en la cara y con 400 dólares en la mano!
- Esto es lo que te debían a vos - me dijo, con los ojos llenos de lágrimas, dándome mi tajada y apoyando su mano en mi hombro - y gracias por esperarme y confiar en mí (textual).
- No sea maricón, hombre. No es para tanto. - pensé - pero no le dije nada porque estaba contento que haya conseguido mi plata.
Toda la situación fue un poco extraña porque hasta el momento Stephane siempre había sido un poco lastre. Era torpe, no sabía cocinar, no tenía ninguna habilidad especial y yo era más o menos, el que llevaba la sociedad adelante, sin embargo a partir de aquel día, el francés lideraría todo un nuevo aspecto legal, burocrático y financiero del viaje, que yo no estaba a la altura de liderar.
Una vez en nuestra casa, decidí que, mientras buscara trabajo en una dairy farm, iba a seguir trabajando en los viñedos, por lo menos para no endeudarme más. Aquella tarde fui, con Siva al contratista donde laburaban los chilenos que vivían con nosotros y firmamos contrato. Aquí el jefe era un indio llamado Adam.
Al día siguiente nos levantamos bien temprano y fuimos con Siva a trabajar. Stephane no fue porque había jurado por la tumba de sus ancestros carolingios que no volvería a podar un árbol en su vida, igualmente hacía esta clase de promesas cada 10 minutos y cada 5 las rompía.
Caminamos hasta la estación de servicio donde nos esperaba la camioneta de la empresa de Adam. El supervisor era un checo enorme y tenía el caracter más podrido que jamás he conocido. Por alguna extraña razón sociogeodemoantropolítica, todos las empresas de estos empleos estacionales, ponen de supervisor a alguien de Republica Checa.
Mientras nos dirigíamos al nuevo viñedo donde podaríamos, Siva me comentó
- Ayer hablé con mi hermano, y me dijo que puede conseguir pasajes para Kuala Lumpur por 600 dólares ida y vuelta.
- En serio? Es genial! Lástima que estoy seco como un ñoqui de semola. En todo caso, cómo puedo hacer para comprarlos?
- Le puedes enviar la plata en una transferencia o algo así. Después veremos. Además estaba pensando que talvez yo los podría acompañar por su viaje a Asia. Y también estaba pensando que talvez me gustaría conocer Argentina.
- Querés venir a Argentina? - le pregunté sorprendido y contento.
- Sí, me encantaría.
- Entonces incluso podés ir conmigo cuando yo vuelva. Además te saldría baratísimo, porque tu hermano te da el pasaje y en mi casa te podés quedar el tiempo que quieras.
- En serio me lo dices?
- Claro, Siva! Por algo somos amigos! - y dicho estos nos abrazamos con la canción de "Friends to be friends" de fondo.
Cuando llegamos al viñedo y comenzamos a trabajar entendí varias cosas. Durante los últimos años, Blenheim había sido el paraíso de los viajeros mochileros. El trabajo era al aire libre, muy relajante (si no querías hacer 300 plantas por día) y en su momento muy bien pago. Años anteriores el precio por planta podada había superado un dolar. Sin embargo, en el 2008 sucedió lo siguiente: Nueva Zelanda se estaba convirtiendo en un país de moda para este tipo de viajes. Cada día este país hacía nuevos convenios con nuevas embajadas para emitir las working-holidays VISAS (que es la visa que tenemos Juan, Stephane, Siva, yo, y todo el resto de los extranjeros que aparecen en la historia). Entonces este año se había producido una sobrepoblación de mochileros, cual plaga de ratones en la Europa del siglo XIII. Y para colmo, en esta temporada era la primera vez que implementaban una máquina que arrancaba las ramas cortadas. Antes esa etapa la hacían manualmente todos los extranjeros como nosotros. Por estas dos razones, había más empleados y menos trabajo, y por ende, menor precio por planta podada y menor interés por parte del empleador de respetar y consenvar al empleado.
Fue por eso que empezamos a podar y al mediodía habíamos terminado todo el viñedo. Eramos 20 extranjeros, con las tijeras en las manos y no teníamos nada que cortar. El supervisor checo nos dijo
- El trabajo se terminó. Nos volvemos. - algunos chicos se empezaron a quejar porque encima el transporte no era gratis. Nos descontaban 3 dólares del sueldo por día.
- Si no te gusta, te vas -respondió de manera horrible el Checo. A partir de ese momento, y hasta el último día, fuimos enemigos mortales.
Volvimos a la casa, en un momento a solas le comentó a Stephane lo de los pasajes
- Sí, genial! Los compramos mañana con mi tarjeta y después arreglamos.
- Y otra cosa. Siva quiere venir con nosotros a Asia.
- Qué?! Nooo...un momento... Vos querés que venga con nosotros? - preguntó confundido
- Sí, claro. Por qué no? Bah... no sé. Vos no querés?
- Yo que se hicieron buenos amigos y que Siva es muy buen pibe pero hay que deshacerse de él ya - si no recuerdo mal había tenido esta misma conversación con Juan, un mes atrás, con la única diferencia que el sujeto en cuestión era el mismo Stephane. Yo entendía que al francés no le cayera bien, Siva era super social, simpático y generoso pero medio infantil y totalmente fantasioso. Era fanatico de la WWF (Lucha Libre de Estados Unidos), y en realidad yo también. Nos la pasábamos hablando de Stone Cold, El Undertaker, The Claw y varios luchadores más. Nos divertíamos imitando sus técnicas y recordando peleas memoriosas y, en esta y en algunas cosas más, Stephane se quedaba medio afuera.
Esa misma noche daba vueltas y vueltas en mi bolsa y no me podía dormir, había algo que me inquietaba muchísimo. Sentía como un estado de alerta, como una advertencia paranormal, como un sentido arácnido nervioso, como unas antenitas de vinil detectando peligro. Miré el celular y eran las tres de la mañana. El francés y el malayo dormían como osos. Salí de mi bolsa de dormir y en cuatro patas me acerqué a la cama de Siva, muy silenciosamente, ya que si se despertaba no existía manera de explicar lo que estaba haciendo. Como estaba la luz apagada, y solo contaba con la luz de las estrellas que entraba por la ventana, me tuve que acercar hasta solo tres centímetros de su cara. Siva no tenía bigote. Suspiré aliviado y volví a mi bolsa, pero justo antes de meterme nuevamente algo me inquietó. Sin saber por qué me acerqué hasta la cama de Stephane, lo observé de cerca... y noté que se estaba dejando la barba candado...
Durante aquella semana trabajé muy tranquilo. Como no tenía la intención de hacer muchas plantas por día, había vuelto al mp3, y la buena cumbia, a mis queridos Dolinas y mis dulces lecciones de francés. En esta empresa, la calidad de poda era un aspecto importante, por eso el Checo nos controlaba todo el tiempo, y si una hilera no estaba bien hecha, nos ordenaba rehacerla.
En la mitad de la semana, mientras trabajábamos, Siva tuvo un ataque de alergía impresionante. Se le brotó toda la cara, el cuello y las manos. Pobre, ya de por si era medio feo, y ahora con la alergía parecia un monstruito salido de Digimon. Fuimos al hospital y el médico advirtió que la reacción era producida por algunos químicos que aplican a las uvas. No era muy común, ya que eran sustancias inocuas, sin embargo, de vez en cuando producían esos síntomas. Siva no podría trabajar más en los viñedos.
Al dia siguiente Stephane decidió que quería trabajar con Adam. Fuimos juntos hasta la camioneta y, una vez allá, podaba tan lento que me daba vergüenza. El Checo lo miraba extrañado y no le decía nada. El francés podó tan pocos árboles esa día, que con lo que teníamos que pagar por el transporte, creo que terminó debiendo plata. De todas formas, Stephane mantuvo un enorme sonrisa y estaba del mejor humor. Hacía chistes, cantaba Edith Piaf y hasta se acostó a tomar sol como una hora. Se notaba a la legua que estaba tramando algo.
Al final de la semana fuimos los tres a cobrar. Stephane había trabajado solo un día, Siva tres días y yo seis. La oficina de Adam's Company, no era una casa como la de los chinos, sino una oficinita en el centro de Blenheim. Cuando llegamos allí nos encontramos con los chilenos que vivían con nosotros en lo de Kumar, una secretaria malaya (de la cual Siva estaba totalmente enamorado) y muchos empleados más.
Nos dieron nuestra plata en un sobre cerrado. Los abrimos y a cada uno había recibido los siguientes montos
Stephane: 30 dólares
Siva: 96 dólares
Yo: 230 dólares
Tal vez no parece tan poco si lo pasamos a pesos y tenemos en cuenta que es la paga de una semana, pero esta plata en Nueva Zelanda... ERA UNA MISERIA!!!!!
Siva, que con su ataque de alergia, tenía los labios tan hinchados que no podía hablar con claridad, ni se quejó. Yo me acerqué a la secretaria y le dije con muchísima delicadeza.
- Discúlpame, pero creo que hay un error, yo trabajé 6 dias y me parece que hice más de 40 dólares por día.
- A ver... dejame chequearlo - la malaya sacó una carpeta con las filas que habíamos podado esa semana y después de unos segundos respondió
- No, no hay error. Tu sueldo es de 230 dolares. - yo estaba seguro que había podado más filas que eso, la próxima semana tendría que anotarlo con muchísimo cuidado porque talvez me estaban cagando.
Y finalmente Stephane se sentó en el escritorio frente a la secretaria, se cruzó de piernas con confianza y derrochando elegancia y la miró sonriendo y en silencio durante largo rato. La secretaria no entendía la conducta del francés, quien finalmente dijo
- Acá hay un error. Me dieron 30 dólares. Me tienen que 90 que es el sueldo mínimo. Así que dame los 60 que me deben, por favor. - todos los presenten nos quedamos en silencio y sorprendidos por la demana de Stephane, sin embargo la secretaria no parecía alarmada.
- No hay problema. Lo único es que yo no puedo darte la plata ahora porque acá no manejo efectivo, pero en la próxima semana te pagamos la diferencia. - como el francés estaba de acuero nos retiramos.
Si bien Stephane festejaba su pequeña victoria estabamos con el agua al cuello. Siva no podía podar, y podar era casi el único trabajo posible en Blenheim. Tal vez podía conseguir laburo en un McDonalds, pero tendría que ser un puesto que esté fuera de la vista de los clientes, porque realmente la cara de Siva con el ataque de alergia le quitaba el apetito hasta al más famélico.
Stephane estaba gastanto todo sus ahorros a una velocidad increíble. Un mes atrás había hecho una transferencia importante de Francia a su cuenta de NZ, por eso tenía bastante plata pero desde nuestro trabajo con las Papas no estaba ganando practicamente nada y estaba gastando demasiado. A ese ritmo se quedaría en cero muy pronto.
Y yo, estaba trabajando más que el resto, pero no contaba con una cuenta bancaria en mi país para apoyarme. Prácticamente todos los extranjeros con los que hablaba estaban en quiebra, no tanto porque no se ganara bien, sino porque gastaba mucho en alcohol y en cigarrillos (que es carísimo, 30 dólares un paquetito de tabaco), sin embargo todos contaban con algo conocido como "Inyección económica", que era por ejemplo lo que había hecho Stephane.
Con un poco de tristeza y desilusión me di cuenta que si quería viajar a Asia (Europa casi lo había descartado) tendría que trabajar de verdad y tendría que sufrir un poco. Sin mp3, sin charlar y todos los días de la semana, y solo descansar cuando lloviera. Nueva Zelanda finalmente no era tan fácil como me imaginaba.
Al día siguiente fui a trabajar solo. Fui hasta la estación de servicio (llegué corriendo porque se me había hecho tarde). La camioneta ya estaba por arrancar cuando justo antes de entrar, el Checo me detuvo y me preguntó
- Federico Quiroga?
- Sí, soy yo - y nunca voy a olvidar la siguiente frase
- You are out of the company - me dijo con aquel horrible y durísimo acento de Swarzenegger.
- Qué? Por qué? - pregunté indignado pero la respuesta era obvia. Me había quejado por mi sueldo y pensaban que, como era amigo de Stephane, la semana siguiente exigiría mi sueldo mínimo, sin embargo el checo solo respondió
- Estoy apurado, cerrá la puerta. - y me miraba serio esperando que obedeciera y me fuera. Todos los empleados de la camioneta me miraban tambien apenados por mi situación y con algo de temor en sus rostros.
Nunca fui de discutir, siempre traté de ser contemplativo y evitar peleas innecesarias, pero en aquel momento sufrí en mi alma el sentimiento de la injustica, de la bronca, de la opresión... y de repente me vi poseído por un espíritu combativo, poderoso, peligroso y rojo...
No quería cerrar la puerta sin antes responder algo... y dije lo primero que se me ocurrió (textual)
- Gente, les están robando, controlen las hileras que podan - y después mirando a los ojos al Checo y señándolo con mi mano izquierda le dije con una voz que no había escuchado antes
- Y a vos.. te veo en el Income Office!! - y cerré con un portazo de tal violencia, que cuando me fui caminando, lo hice rapidito mientras miraba de reojo al Checo por si se había bajado de la camioneta para pegarme una trompada.
Sin embargo ahora no me importaba nada, porque ya no peleaba por unos mugrosos 100 o 200 dólares, ahora luchaba por algo mucho más fuerte e importante, ahora luchaba por lo que era justo y por lo que no, ahora estaba totalmente convencido de mi causa, ahora luchaba por algo llamado dignidad, y ese día fue la primera vez que sentí que me la habían quitado y esa fue la primera vez que supe, verdaderamente, lo que se sentía.
Ahora iba a luchar con alma y vida...hasta las últimas consecuencias...hasta la victoria...siempre.
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Próximo Capitulo Sábado 16
"La Batalla Sindical" Ultima parte
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10 comentarios:
Esto es muy bueno fizu, no sabes como te envidio, siempre soñe con liderar un horda iracunda de gente. Espero que el futuro te haya dado una batalla epica como la del abismo de helm, en la cual las huestes de orientales y croatas sean derrotados por la alianza internacional de podadores
Tenga cuidado, amigo. Ese Checo parece ser de temer...
Genial capítulo. Me alegro mucho al leer tu perspectiva sobre la explotación.
Me imagino estar en idénticas condiciones y tener esposa y 3 ó 4 hijos detrás.
Me imagino estar con una familia detrás y en un lugar donde quizás se respete menos derechos aún, ó sea en peores condiciones de saluubridad, poenele.
Hace una semana vino un tío mío de Brasil y me contó tradiciones culturales y artísticas originadas en la época de la esclavitud y decidí que no voy a irme a Europa el año que viene, si no que me voy a recorrer América en el sentido de las agujas del reloj. En este post veo que en todos lados se cuecen habas, pero buen, me acordé de eso, no se.
Me dejó de divertir el blog a partir de estas reflexiones, pero claro que me despertó cosas más interesantes. Igual la joda volverá pronto me imagino, aunque también espero que esas elucubraciones sobre la ralación explotador-explotado no se quede en una anecdotita caricaturesca de una tendencia zurdoska y nada más.
A la mierda, nos tapó el agua!!!
LUCHAR!
VENCER!
OBREROS AL PODER!
Que pasó David?
Con qué, Guille? Que no me divierte el blog? El sentido del humor es fundamental para la vida, pero reflexionar sobre la explotación no me divierte precisamente. Es eso nomás. Ó te referías a otra cosa?
Después de cambiar las condiciones laborales en NZ, venite con el sindicalista Francés a ver si pueden hacer algo por Argentina!!!
(mato por una foto de Siva con alergia)
Genial el blog Fizu!!
Estoy en Napier tratando de conseguir trabajo de profe de tenis, jaja, no quiero laburar mas.
Abrazo, nos vemos pronto en algun lugar del mundo.
Heyyyyy
que esta pasando??, apoyo la revolucion!
y.... podes no ir a Asia!, consegui plata!
quise decir.., NO PODES no ir a Asia, consegui plata..., ( escribo mal y rapido, sepame entender)
Hola amiguines!! Ahora tengo que pagar por internet, asi que mis mensajes y la redaccion de los capitulos van a conocer un poder de sintesis nunca visto hasta ahora!
a ver.... procedo a saludar!!
morsito: si, fue increible! Igual no eramos una horda (si bien estabamos iracundos), eramos apenas 4, contando a Stephane, Siva, yo y rendondeando para arriba.
HAS: el checo era malisimo. Nunca vi un cristiano tan "malo de pelicula" en la vida real.
Davisinio: Es muy cierto lo que decis. Igual lamento desepcionarte, amigo mio, el blog sigue siendo solo un relato de un viaje con un perfil mas humoristico que politico.
No se...con respecto a Brasil y Europa, me parece que el lugar en si no es el tema central del valor de un viaje. Uno puede recorrer Europa y darse cuenta que hay cosas mas importantes que otras, y que el 99% de los casos, estamos erradisimos en nuestra escala de valores. O uno puede recorrer Africa, pensando en sacarse lindas fotos con gente pobre para subir al facebook y hacer shopping barato.
Y despues el humor y hacer algo bueno, no son excluyentes. Solo hacerse mala sangre de por si, no ayuda en nada o a nadie... pero quien soy yo para opinar? Que he hecho yo hasta ahora? y despues de todo remarco lo primero que dije en el comentario: no se.
Abrazo sincero, davisinio.
guillermote: haha, no! todavia no me tapo el agua!
dulce capullo: le saque una foto cuando dormia pero ahora no tengo mas computadora asi que no tengo mas fotos! :(
Juan!: Yo tampoco quiero laburar mas!! No estabas con las manzanas?
Si te sobra credito llamame!
Abrazo grande!!
marcelita bonita: Que esta pasando? y yo digo cheeee cheee cheee. Si, escribis muy rapido, tenes que leer "Elogio a la lentitud"!
Besote!
Gracias, chicos, por los saludos y las reflexiones!
Un fuerte abrazo para todos y nos estamos viendo el 20 de febrero!!!! (con siva, con el franchute, o con el musulman?!?!?!)
chauuuuuu
fizu
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