Lo primero que hicimos fue llamar al padre de Stephane desde mi celular para que cancelara todas las tarjetas. Luego volvimos a la casa corriendo y ordenamos todo el cuarto. Como cada vez que ordeno el cuarto, una vez que empiezo tal emprendimiento, se me va de las manos y se hace eterno.La idea hacer orden total era para realizar un inventario de las cosas robadas. A eso de las 3 de la mañana terminamos y el resultado fue el siguiente.
Objetos robados a Fizu
1) 300 dólares: al final encontré mi billetera vacía en el ropero.
2) Las llaves de mi casa en Buenos Aires: nunca sabré si me las robo o en realidad las perdí. Prefiero pensar lo primero.
Objetos robados a Stephane
1) Una mochila
2) Dos remeras y una de las 12 camisas.
3) El celular
4) Una gorra re pituca
5) Un par de anteojos de sol
6) El número de las tarjetas de crédito con las que compró cosas y un pasaje de avión por más de 3500 dólares.
Cuando Stephane me leía los ítems no pude evitar imaginármelo tomando un licuado de banana en una playa en Australia con la remera de Hard Rock Café París, la gorra y los anteojos del pobre francés.Ya cuando no teníamos nada más por hacer nos fuimos a dormir, pero debido a la tensión de la situación, ninguno podía pegar un ojo.
- Todavía no lo puedo creer - dije pensando en voz alta mirando el sucio techo de nuestro cuarto, sin embargo Stephane permanecía en silencio.
- Nos íbamos a ir a Argentina juntos. Lo iba a hospedar en casa dos meses. No entiendo. Además contaba con su hermano para que nos consiguiera pasajes baratos. - continuaba yo haciendo catarsis pero Stephane seguía tan enojado que no podía ni hablar.
- Encima yo en un momento desconfié y le hice el "Test del Bigote" y había dado negativo.
- Es que los orientales son lampiños...- comentó finalmente Stephane rompiendo su silencio.
- Aahhh... claro! La ley del Bigote no se aplica a Orientales por eso también había fallado con Piong.
De todas formas ya era tarde. No tenía sentido conjugar en el pluscuamperfecto.Ahora teníamos que ver como resolver toda esta situación, si es que se podía resolver. Para ello necesitaríamos de toda nuestra energía y concentración, por eso hice fuerza para cerrar mis ojos al estilo Hiro Nakamura y me dormí. Aquella noche necesitaba contención y tranquilidad, por eso soñé que manguereaba la terraza y regaba lentamente las plantas, para luego sentarme en mi reposera a acariciar al perro, que yacía dormido y pacífico a mis pies.
El día siguiente sería nervioso y agitado. Stephane tuvo que llamar varias veces a su padre y a su contadora, y hablaba y discutía con un poco de histeria en francés. Igualmente había una manera que pudiera recuperar las compras de las tarjetas de crédito. Tenia que enviar un fax a su banco con una declaración emitida por la policía donde constara que le habían robado las tarjetas. No parecía muy difícil por lo cual nos quedamos un poco más tranquilos, de todas formas por las otras cosas que nos había robado (incluída mi plata) le teníamos a que ir a reclamar a Mongo Aurelio.
Cuando nos dispusimos a ir a la comisaría, nos encontramos con Kumar, quien fumaba descalzo y recostado en la vereda. Como nos preguntó adonde íbamos y por qué parecíamos tan preocupados, le comentamos toda la situación con lujo de detalles. Yo esperaba que explotara en carcajadas y se revolcara por el suelo llorando de risa, sin embargo por primera vez desde que lo conocimos, apagó el porro, se incorporó y se puso serio.
- Pobre Siva... – dijo con la voz dolida.
- Por qué pobre? – preguntó medio molesto Stephane
- Porque es un tonto. Lo van a atrapar y por un delito así le van a cortar una mano.
Al escuchar sus palabras resoplé incrédulo ante tal exageración, si bien luego recordé varias cosas que había leído y escuchado sobre el Sudeste Asiático; los casamientos arreglados, los castigos corporales, y que por ejemplo en Brunei (país musulmán), la pena por tenencia de drogas es la MUERTE! (turistas incluidos!).
Todo esto resultaba muy difícil de creer ya que es muy diferente a las normas, leyes y costumbres del querido barrio de Abasto, donde las chicas pueden pasearse mostrando las piernas y los hombros, donde no tenemos que rezar 5 veces al día y donde no nos cortan una mano si nos atrapan robando un casette de Family Game en Carrefour...
Nos despedimos de Kumar, caminamos unos metros y le pregunté alarmado y en voz baja a Stephane
- Y ahora qué hacemos?!
- Lo denunciamos igual! Obvio!
- Pero le van a cortar una mano...
- No, porque vamos a hacer la denuncia sin dar ninguna información de que fue Siva quien nos robo, de esa manera recuperamos la plata y nadie le corta una mano a nadie... como dice el refrán: “Una mano lava la otra”.
No estaba seguro si Stephane entendía exactamente cuando tenía que usar ese refrán, de todas maneras no dije nada. Para evitar toda posibilidad de que lo atrapen teníamos que mentir y no mencionar que vivimos juntos un mes.
Una vez en la estación nos atendió un policeman, y como siempre, con una amabilidad y buenos modos impecables. Nos hizo pasar a una pequeña oficina y nos sentamos los tres en una mesa. Trataré de reproducir la conversación lo más fielmente posible.
- Entonces... cuénteme lo que sucedió.
- El problema es el siguiente. Hace dos días chequié mi cuenta bancaria y vi que usaron mi tarjeta de crédito para realizar varias compras por Internet. Entre ellas un pasaje de avión.
- Te robaron las tarjetas o solo los datos? - preguntó el policía
- Las tarjetas las tengo, de alguna manera obtuvieron mis datos.
- Dónde están hospedados ahora? - preguntó mientras escribía todo en un cuaderno. Stephane empezó a tartamudear tratando de disimular su nerviosismo, por lo cual consideré conveniente intervenir.
- Bellevue Road 44... creo... no estoy seguro de la altura...- era una direccion falsa.
- Aha - decía el agente mientras seguía anotando y nos miraba intensamente.
- Tienen alguna idea de quién pudo haber robado los datos?
- No - respondimos al unísono demasiado rápidamente. El policía nos volvió a mirar unos segundos y siguió anotando en su cuaderneta.
- Esto es un caso muy común. Seguramente algunos de los chicos con los que convivieron copió los datos de tus tarjetas y se volvió a su país. En todo caso, casi podría asegurar que quien lo hizo es un estúpido. (textaul)
- Estúpido? por qué?
- Porque solo es cuestión de llamar a la compañía aérea, dar los datos del vuelo que figuran en el detalle y automáticamente podemos saber quien tomó el vuelo. Están seguros que no tienen idea quién pudo haber sido?
- No, ni idea. - respondí y decidí que teníamos que mejorar nuestra actuación - Oficial, pero si el ladrón abandono el país, va a haber manera de atraparlo?
- Nosotros no... pero por eso tenemos algo llamado... la INTERPOL (100% textual)
- Eh?
- Si el ladrón viajó a cualquier país del mundo, excepto Zimbabwe, la Interpol lo puede encontrar.- Stephane estaba mudo. El policía nos miraba y sin duda nos estudiaba. Era una situación dificil y en la desesperación confesé
- Ahora que pienso, me parece que sé quien pudo haber sido. Un chico de Malasia con el que convivimos tres días apenas llegamos a Blenheim.
- Se acuerdan del nombre? - no sé que pasó por mi cabeza pero lo primero que dije fue
- Túmar...
- Túmar? - preguntó el policía mientras anotaba - y el apellido?
- Nunca lo supimos. Tumar de Malasia.
- de Malasia? Je, entonces es todavía más estúpido, porque una vez que lo atrapen le van a cortar una mano. Son muy conservadores allá. - con Stephane estábamos totalmente pálidos.
- Ahora lo único que necesito es que me impriman el detalle de todo lo que compró, el pasaje incluído, y de esa manera emitimos la denuncia para que el banco les devuelva el dinero y para atrapar a Túmar, o quien haya sido.
Nos levantamos, le dijimos que volveríamos ese mismo día o el siguiente con el detalle y nos retiramos. Salimos del edificio, al principio caminando y cuando ya nos habíamos alejado 200 metros empezamos a correr a toda velocidad hasta nuestra casa, donde nos encerramos en el cuarto y nos metimos abajo de la cama.
El plan de no incriminar a Siva no había funcionado. Las opciones eran dos
1) Hacer la denuncia y rezar para que nunca atrapen a Siva
2) Resignarse y seguir adelante sin la plata. En tal caso, Stephane se volvería a Francia, y yo me quedaría sin acreedor.
Es muy común que la vida nos coloque en esta posición binaria en la cual tenemos que decidir entre dos caminos excluyentes, pero todavía es más común que nuestra decisión sea tomar los dos caminos al mismo tiempo, demostrando así el carácter luchador, caprichoso y terco del género humano.
De alguna manera teníamos que recuperar lo robado sin arriesgar las manos de Siva. Nosotros sabíamos que era culpable y seguramente consciente del castigo cuando tomó la decisión de hacer lo que hizo, pero tratemos primero de comprender. Siva había venido a Oceanía, como todos, persiguiendo el Sueño Neocelandés, es decir, conocer otro país, trabajar mucho, hacerse rico y viajar por el mundo o volverse a su país y comprarse un auto. Sin embargo la realidad era otra, al igual que el resto, Siva no podía generar un peso. Seguramente el trabajo del Restaurante era mentira. Sus horarios eran absurdos y además trabajaba cuando quería, por eso pudo acompañarnos en la Batalla Sindical. Encima él tenía esta alergia que no lo dejaba trabajar en los viñedos, sin mencionar que él no contaba con una cuenta en Euros en Francia o con un amigo con una cuenta en Euros en Francia a quien parasitar. Vaya a saber uno lo que le pasó por la cabeza o el sufrimiento por el que pasaba para hacer lo que hizo.
Comprenderlo todo, es perdonarlo todo.
Comenzamos a deliberar con Stephane sobre nuestras opciones y alternativas, mientras que yo, al mismo tiempo, me puse a revolver las cosas que Siva había dejado en la habitación (en parte para disimular su huida y en parte porque no le entraba todo en la mochilita de Stephane).
- Vos pensás que Siva tenía en cuenta que no lo íbamos a denunciar, al enterarnos que le iban a cortar la mano? – preguntó el francés, jugueteando con la realidad.
- Nahh, no creo… - respondí distraído mientras me probaba la ropa que el malayo había abandonado.
- No se… tal vez Siva es un genio criminal con una mente superior, porque solo en un mes ganó un montón de plata sin trabajar. Pénsalo así, fue muy astuto, con el cuento que era jugador de Fútbol y aficionado a la lucha libre te compró a vos, y con el cuento que nos podía conseguir pasajes de avión al costo, me compró a mi. Al principio yo pensaba que Siva era un estúpido, pero ahora, sinceramente, pienso que era un genio.- concluyó Stephane.
Apenas terminó su pensamiento, entre las cosas del malayo, encontré un objeto que me hizo sonreír y entender que la vida es mágica, que el tiempo es eterno y el espacio infinito, y que no somos nada más que un graciosísimo pequeño chiste; en el placard, entre su ropa, nuestro amigo mitómano malayo, se había olvidado el documento de identidad.
- Créeme, Siva no era un genio criminal con una mente superior.
Me puse a leer sus datos y, adivinen qué?
Conocimos al malayo más de dos meses atrás, con Juan, en Tauranga, cuando cosechábamos kiwis y vivíamos con María y compañía. Recuerdo bien ese día porque fue el último día que le dirigí la palabra a mi seudo-novia alemana y porque era el cumpleaños de Siva. Recuerdo que fuimos todos a festejar, cantamos el feliz cumpleaños, lo abrazamos y lo besuqueamos… bueno, la conclusión de esta intro es que no era su cumpleaños, era mentira. Siva cumplía en Diciembre…
Finalmente nos acostamos y como ya era costumbre, la intensidad de la situación y los maullidos de los inútiles gatos guardianes de Kumar no me dejaban dormir. Me quedé pensando en el falso cumpleaños y cómo absolutamente todo lo que nos había dicho había sido mentira. Comencé a repasar cada día y cada momento que había vivido con Siva, pues recuerden que habíamos convivido juntos más de un mes, e identifiqué, más allá de todas las faltas a la verdad, muchísimas acciones y actitudes en su conducta que demostraban sincera amistad y buen corazón. Me apenaba que se haya vuelto a Malasia.
Y no se por qué, me acordé de aquella mujer a quien Siva, en chiste, llamaba “mamá”. Traté de recordar su cara y me di cuentan que eran parecidos. Que Siva haya mentido absolutamente en todo era una fuente de información muy importante, porque solo era cuestión de invertir todas las falsas premisas. Entonces, aquella señora malaya era su madre!!
Ahora teníamos un nuevo indicio de cómo recuperar nuestra plata.
Cerré los ojos y me dormí. Esa noche soñé que montaba un mariposa gigante sobre un bosque verde frondoso, dibujado con ríos resplandecientes de naranjú y habitado por hombres y mujeres de chocolate. Cuando me desperté decidí que esa era la última vez que cenaba con Kumar, y efectivamente, así fue.
El plan para aquel día era, mediante un trabajo detectivesco, encontrar a la madre de Siva, buchonearle lo que su hijo había hecho y que ella nos pagara todo lo que había robado. Ni un centavo más, ni un centavo menos. (como el libro de J. Archer).
Lo único que sabíamos era que la mamá había vivido con su hijo en la casa de Piong, nuestro primer jefe, con el que no teníamos una muy buena relación ya que le habíamos demandado el salario mínimo. De todas formas fuimos a su casa, le explicamos la situación y medio de mala gana, nos dijo aquella mujer solo había vivido unos días allí y que no sabía donde estaba viviendo ahora, lo único que sabía era que trabajaba en un asilo cuidando ancianos.
Por suerte, en Blenheim, la ciudad de los viñedos, hay un solo geriátrico. Fue así que allí nos dirigimos y preguntamos por una enfermera malaya.
- Ustedes buscan a Naan? Por que razón? – nos respondió la mujer que atendía en la entrada.
- Somos amigos de su hijo, y me parece que está en problemas.
- Problemas con Siva?! – preguntó alarmada la señora. Ahí nos confirmó que eran madre e hijo, porque hasta ahora no lo sabíamos con certeza ya que ni Piong sabía del parentesco.
Faltaban algunas horas para que la mamá de Siva entrara a trabajar, por eso, la enfermera que nos atendió la llamó por teléfono a la casa, le comentó de nosotros y quedamos que iríamos a su casa a charlar ya que ella también estaba muy preocupada por su hijo.
Fuimos a la dirección dada y era un casita re fea. Naan parecía muy nerviosa. Nos sentamos y le comentamos lo sucedido. Les ahorro todo el dialogo porque es muy triste, pero en resumidas cuentas Naan no sabía donde estaba Siva, quien no le respondía los llamados desde los últimos días. Siva era hijo único, así que el hermano piloto también era producto de su imaginación. Cuando le dijimos que nos había robado, Naan se puso a llorar, y nos pidió perdón. Al mismo tiempo estaba furiosa con su hijo, nos dijo que nunca más le iba a dirigir la palabra y que nunca lo perdonaría por haberle hecho algo así.
Le comentamos que teníamos que ir a la policía a hacer una denuncia para recuperar la plata del pasaje de avión y nos pidió, entre lágrimas, que no lo hiciéramos porque (no para nuestra sorpresa) por un delito así tal vez le cortaban una mano o algún dedo. Nos dijo que no tenía la plata porque todo lo que ganaba lo enviaba a su hermano en Malasia, pero que si le dábamos algunas semanas nos iba a pagar lo que Siva había robado.
Nos despedimos con la idea de volver a comunicarnos y nos fuimos con el espíritu totalmente agotado a nuestra casa.
- Me parece que voy a ir a la Iglesia – me comentó el francés – querés venir?
- No, gracias… me parece que voy a ir a la plaza.
Nos separamos, llegué al parque y me recosté al sol. Ahora la opciones eran más y más compliacadas.
Siva, sus mentiras. Fanático de la lucha libre. Fanático del fútbol argentino. Mentiroso como él solo. Gracias a él llegamos a Blenheim. El nos había mandado un mensaje de texto y había arreglado todo para que trabajáramos con Piong. Seguramente había escrito el mensajito con su mano, con sus dedos. Aquellos dedos morochos, cortos y regordetes. Aquellos dedos tenían que seguir en aquellas manos. No quería que se los cortaran.
- Me cago en 300 dólares, o en 1000 o en 3000. – dije en voz alta.
Yo no sabía que querría hacer Stephane pero por lo menos yo estaba seguro de lo que iba a hacer yo. Volví a la casa, vi que Stephane volvía de la Iglesia, lo esperé en la puerta y nos sentamos en la vereda.
- Estuve pensando… - dijo el francés – y me parece que lo mejor es olvidarse de todo y seguir adelante…
- Estoy de acuerdo…- respondí sonriente y aliviado.
- Entonces qué te parece si mañana mismo nos vamos de esta ciudad? – preguntó Stephane
- Sí, nos vamos y que sea lo que Dios quiera… pero no esperamos hasta mañana, nos vamos hoy mismo!
Y esa decisión despertó nuestro Kiwi hasta el infinito. Ya no nos sentíamos cansados. De repente contábamos con una energía renovada e increíble.
Ese mismo día hicimos nuestro equipaje, nos despedimos muy afectuosamente de todos nuestros compañeros y Kumar nos llevó hasta la terminal de ómnibus.
Ese mismo día abandonamos para siempre a Blenheim, la ciudad de los viñedos, donde aprendimos a podar uvas, donde aprendimos que siempre va a haber un Koreano más rápido y habilidoso que uno y donde aprendimos que no hay que dudar jamás en exigit y luchar por lo que nos corresponde.
Ese mismo día llegamos a una nueva ciudad, empezamos con un nuevo trabajo y comenzamos con una nueva vida… pero esa es otra historia.
FIN
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18 comentarios:
hola!! ufff, me va a salir carisimo el ciber.
Les comento que no tengo mas computadora. Antes escribia en la laptop de Stephane en mis ratos libres, ahora voy a tener que hacerlo directamente del ciber, por lo cual es problable que haya mas errores de ortogafria y seguro que la redaccion va a decaer muy mucho bastante, igualmente no creo que sea un gran tragedia para el mundo de la literatura! :)
Ah, tambien puede pasar que me retrase un poco. En vez del siguiente sabado, talvez recien disponga de una compu y eternet el proximo domingo o el lunes, no se. Disculpas por eso.
Bueno, espero que les guste este capitulo y los que vienen,
abrazo para todos!!!!!!!!!
fizu
Definitivamente Siva es un genio ... creo que hasta el detalle de dejar el DNI y dejar la pista de quien era su madre para generar lastima estaba contemplado en su plan perfecto.
Esto me lleva a otra observacion, si Siva mentia en absolutamente todo, lo mas probable es que no fuera malayo y solo haya usado esa nacionalidad para que les diera lastima por el tipo de castigo que se les da a los ladrones en ese pais...
Un abrazo fizuronga.
Hay gente brillante en este mundo.
Fizu, deberias publicar este blog en forma de libro! Es genial!
Blenheim también fue el escenario de mis días más duros en Nueva Zelanda.
Sin embargo fueron más pasables gracias a la buena onda que nos rodeaba.
Ahora que me acuerdo, si conocí el amargo sabor de la traición cuando Zach y Jess, flatmates de Wellington, me durmieron usd 150 de un depósito.
En fin: exponerse al mundo es exponerse a lo bueno y lo malo que tiene para darte.
Hey fizu, conseguiste el telefono de mongo aurelio?? tengo que hacerle varios reclamos a ese hijo de mil, pasamelo por favor. Abrazo.
Che... ¿Y si lo van a esperar al Aeropuerto?
Elemental, Watson!
No te puedo creer, que le corten la mano por boludo a Siva. No solo te robo, sino que todo lo que te dijo, por lo que supuestamente lo querias y no lo denuncias era mentira, el cumpleanos, no te lo puedo creer me siento re boludo.
Para cuando era el pasaje? el mes que viene voy a Malasia, dame los datos y lo voy a buscar, le hago cortar la mano a ese hijo de P...
Abrazo fede donde quiera que estes. Espero no sea en india que segun lei hay un quilombo barbaro, jaja.
No es tan terrible que le corten una mano, che. Total, como arquero ya no era bueno.
Cierto, Benji! Hay que bajar la edad de impunidad y corarles las manos a todos los ladrones!
Yo creo que hay algo que estamos pasando por alto ¿realmente creen que un malayo pudo estafar a un argentino? Aún cuando ese argentino sea Fizu ¿le vieron la cara a Siva? No hay manera de que pueda estafar a alguien… Yo sostengo que todo esto ha sido un plan perfectamente orquestado por una mente maestra…. ¡Fizu!
Todo cierra, tuvo el móvil y la oportunidad. Al ver frustrados sus planes de recorrer Asia y Europa y muerto de celos al ver que Stephane lo único que necesitaba hacer era levantar el teléfono y le mandaban euros, preparo un golpe brillante que le llevo bastante tiempo urdir.
Todo comenzó en Tauranga, allí fue cuando por primera vez vio a Siva, justo lo que necesitaba, un malayo con cara de boludo. Mostrare en el resto de mi relato que esto es exactamente lo que buscaba.
Lo único que necesito hacer fue pagarle un par de dólares a Siva para que aceptara jugar una “broma” a sus amigos. Para esto le paso un par de líneas muy sencillas que debía seguir. Primero que nada decir que en esa fecha era su cumpleaños, para poder de esa forma introducirlo al grupo. Es más, probablemente haya sido el mismo Fizu quien dijo esto a Juan y a Stephane mientras que Siva se limito a seguirle la corriente. Una vez cumplida la primera etapa era necesario que se ganase la simpatía de ambos. En el caso de Juan fue sencillo, salirle con el cuento de que conocía a Palermo (¡miren si entre todos los buenos jugadores argentinos que existen va a conocer a Palermo!) y que fue jugador de futbol. Esta historia bastó para atrapar a Juan, probablemente Fizu haya decidido dejar a este fuera de su maléfico plan ya que era demasiado honesto como para permitirle hacer algo de esta calaña, o que era muy boludo e iba a echar todo a perder (la verdad que no lo conozco así que no estoy seguro, de todas formas por momentos se torna muy difícil distinguir entre un caso y otro).
Para atrapar a Stephane la historia fue un poco más ardua, tuvo que inventar que Siva tenía un hermano que trabajaba en una aerolínea y aún así el astuto francés seguía desconfiando…
Finalmente Stephane manifestó sus dudas en cuanto a permanecer en Nueva Zelanda, eso impulso a Fizu a actuar con rapidez, había llegado el momento de concretar su golpe maestro….
La batalla sindical fue la excusa para apartar a Stephane el tiempo suficiente del cuarto, de hecho recurrió al extremo de ¡llevarlo a la biblioteca! Con tal de que Siva pudiera obrar con tranquilidad.
Ahora yo me pregunto ¿qué mejor forma de asestar un golpe, que hacer que todas las sospechas recaigan sobre otra persona? Y mejor aún cuando la persona desaparece y no es capaz de defenderse…
La idea fue muy sencilla -y al mismo tiempo brillante- le indico a Siva que aprovechara el tiempo que iba a tener para irse con sus cosas y llevarse todas las pertenencias que quisiera del francés. Mientras que fue el mismo Fizu quien que robo el pasaje de avión y el número de las cuentas de Stephane. ¿Para qué habrá hecho esto? se podrán preguntar. La respuesta es sencilla, empleo la tarjeta para comprar tonterías y un pasaje de avión ¿A dónde? Lo más seguro es que a Malasia. Los motivos. Sencillos. El proceder de esta manera hizo que toda la culpa recayera sobre Siva y a su vez, obtenía su tan ansiado ticket “gratuito” para recorrer Asia. Todo este tiempo hablando con Siva sobre conseguirse un boleto con “descuento” y miren que fácilmente lo obtuvo.
Claro que para desvanecer cualquier atisbo de sospecha sobre su persona tuvo que aparentar haber sido robado también, pero aquí cometió un pequeño error ¿realmente creen que Fizu podía tener U$D300 en la billetera? ¡Imposible! Afortunadamente para él, Stephane no se percato de esta ligera inconsistencia en el relato.
Para finalizar llego el broche de oro, Fizu se había buscado un malayo, ya que en base a su profundo conocimiento de la cultura malaya –la cual estudio en vistas de su viaje por esos pagos- sabía de la pena que aplicaban en caso de encontrar a un individuo culpable de robo. A su vez habiendo analizado en profundidad la personalidad del francés y conociendo el fanatismo religioso del mismo, estaba seguro de que este no denunciaría a Siva y aunque esta idea pudiera llegar a pasársele por la cabeza él iba a estar allí –jugando también el rol de víctima- para convencerlo de hacer lo “correcto”. Como observo al francés dubitativo tuvo que sacar un as de la manga ¡la madre de Siva! El llanto de esta pobre mujer fue lo único que necesito para obtener el perdón a Siva y de paso impresiono al francés al haber interpretado tan magníficamente el rol de detective. Si efectivamente era la madre o solamente otro actor pagó nunca lo sabremos.
Por último el detalle de que Siva haya dejado su pasaporte –aparte de ser medio tonto el pobre- se debe a que nunca tuvo intenciones de dejar el país. Simplemente se mudo a otro hospedaje en la misma Blenheim. Es por esto que para evitar un posible encuentro futuro, Fizu debió convencer al francés de abandonar inmediatamente la ciudad y nunca regresar…
Como pueden observar ha sido un plan perfecto.
Chapeau Monsieur Fizu.
Matías
Guau!
si fuiste vos, no sos el flacucho que conozco desde que tengo 3 años?
si fuiste vos... sos mas inteligente de lo que pareces...
si fuiste vos... sospecho que la $$ que le desapareció a vicky en la ultima reunión fue obra tuya!
si fuiste vos!!! mejor que traigas $$ suficiente para PONERLE LA TECLA QUE LE FALTA AL PIANO QUE TAMBIEN ME ROBASTE!!!!!!!!!!!!!!!!!
chorizooooooooooooo
Es cierto! Y también es culpable de robarnos una sonrisa cada Sábado! :D
hay algo que me intriga muchísimo
Siva sabía de la existencia de Martín Palermo, pero cómo?
algo de futbal sabía
conservaste su documento? googlea su nombre completo
a la mierda, la seccion de comentarios cada vez se parece mas a la sala de espera de un psicologo..
holaaaaa!!!!
sigo respondiendo los saludos!!
martin: yo creo que si Siva era un genio no usaria un patron tan predecible como mentir siempre, sino que lo haria solo las veces necesarias para confundirme.
Pucha, realmente no se si era un genio o un boludo!
abrazo!
has: me alegre que te guste el blog! de todas formas no se, hace unas semanas me puse a releer los primeros capitulos y yo mismo no entendia lo que quise poner.
monomanco: estuviste en BLenheim?! Cuanto tiempo? para que empresa trabajaste? segurmente la denuncie! :)
abrazo!
gordo juan: no tiene tel.. pero seguramente lo encontras en el Facebook.
watson rap: a cual? cuando nos dimos cuenta de todo ya estaba fuera del pais!
juan: ya se ya se, al principio a uno le da bronca y quiere que lo maten, pero si lo pensas un segundo, una mano en la consciencia, es una mano en la consciencia.
jaja, no estoy en india, pero donde estoy tambien hay un quilombo tremendo!!!!
benji price: jajajajajaja!!!
berny: nooo, no sea asi. sientese bien y acomodese la malla.
matias: estoy impresionado... yo tengo esta debilidad que cada vez que hago algo de dudosa integridad moral, lo confieso facilmente, por dos razones. Una porque pienso que la confesion me redimira del pecado. Y dos porque no puedo guardar un secreto, por mas que ese secreto me incrimine...
jajaj, nahhh, todo sucedio mas o menos como lo conte en el post.
Soy honesto, viejo! Creanme!
De todas formas te felicito por el poder deductivo, realmente me cague de risa leyendo tu mensajito.
aleli: ehhh!!!! me ofende!!
jajajaaj, noooo, yo no le robe a Vikcy!!!! Fue Zapatilla!!!!
PF : GRacias, pinion! ya me estaba sintiendo un poco solo!
anonimo: si, por supuesto que lo conserve. El nombre completo es
Sivaneswaran Thiruchelvan
guille: jajaj si, cada dia los comentarios son mas locos!
abrazo para todos!!!!!!!
fizu
Este post es el mas conmovedor, rozando loa lagrima, por la hondura con que cala el conflicto en los protagonistas.
La paranoia Sherlockistica de Poirot me quito buena parte de la emocion que, quizas porque es medio de noche ya, quizas porque justo sonaba algo de Bach de fondo, quizas un Agnus Dei o alguna otra melodia de acordes tristes en Re menor, me entristecio.
Conmueve la historia.
Cuesta imaginarse en la situacion.
Que haria uno.
O no tanto.
Fizu, tenes que viajar mas, y escribir mas.
Garpa.
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