Dos días después del reencuentro con Juan, llegó su primo, el Gato, directo desde Argentina. Luego de almorzar y de deliberar por algunas horas qué hacer y adónde ir, decidimos viajar al sur de Tailandia, donde estaban todas las playas y toda la movida del verano. Por alguna extraña razón, los tres nos habíamos encaprichado que, por ser viernes, esa misma noche teníamos que ir a bailar, por lo cual nos tomamos un avión a Puket.
El Gato era un odontólogo recién recibido, y como buen profesional era excesivamente meticuloso y prolijo. Era interesante su obsesión por nunca despechar equipaje. Viajó desde Argentina hasta Tailandia con su bolso arriba de las piernas, y en el vuelo a Puket fue igual. Durante aquella semana, todas las noches, antes de dormirnos, sacaba su guía Lonely Planet Sudeste Asiático y la estudiaba con disciplina universitaria, resumiendo y haciendo cuadros sinópticos.
Como todo vacacionador con solo 30 días de plazo, estaba siempre con toda la iniciativa y el mejor humor.
Apenas aterrizamos en Puket se nos acercó un tipo cuarentón, aunque con una actitud muy jovial y nos pusimos a charlar. Su nombre era Esteban y era chileno.La historia de Esteban era entretenida. A los 20 años se había ido de Chile para expatriarse en Noruega, país con la mejor calidad de vida del mundo. Allí trabajó haciendo de todo; fue guía turístico, fue pescador, trabajó en una plataforma petrolera y entre trabajo y trabajo había viajado muchísimo. Tenía un local que vendía ropa, había hecho un curso de cine en Londres y esta no era su primera vez en Tailandia. El motivo de esta visita era el buceo y por tal razón había mandado todo su equipo por avión.
Finalmente como nos cayó bien nos fuimos los cuatro a un hotel. Me enterneció como el chileno hicía un esfuerzo para adaptarse a nuestro presupuesto. Peleaba los precios como nosotros, comimos todos juntos en un lugar inmundo y era obvio que para él, 1000 bats más o 1000 menos, eran un chiste e igualmente lo disimulaba solo para no desentonar.
Llegamos al centro de la ciudad y si había joda no la encontramos. Dimos unas vueltas y nada.Nadie lo quería admitir pero estábamos bastantes decepcionados.
- Chicos, tengo una idea. - dijo el chileno con su inexplicable fuerte acento gallego
- El año pasado estuve en Patong, y había muchísimo vacilón (movida en chileno).
- Ah, el tema es que estamos un poco lejos, Patong queda a 52 kilómetros - le respondió el Gato quien se había memorizado distancias y demás valores.
- No importa, chicos. Yo pago el taxi. No es yo sea rico pero para mí 10 coronas no es nada! (textual) - (coronas es la moneda de Noruega. Una corona es igual a infinitos bats)
Fue así como nos tomamos un taxi y media hora más tarde nos encontrábamos en la peatonal de Patong, la ciudad más alocada que jamás he conocido. Para que se den una idea traten de imaginar esas películas de western con los típicos burdeles llenos de bailarinas, donde todos se pelean y están borrachos, y el cantinero le pega un botellazo a un vaquero por detrás. Y se ve un mejicano loco colgado y balanceándose de la lámpara del techo y de vez en cuando alguno sale expulsado por una ventana. Bueno, así era Patong!
Caminamos unos 10 minutos y estábamos shockeados. Era demasiado. Eran demasiados los Lady Boys y las minas eran tan prostitutas que tocaba con lo absurdo.
- Ven, chicos? Este lugar es el mejor para vacilar!!
- Sí, sí, hay mucho vacilón...- le respondió Juan tratando de hablar su idioma.
Finalmente el Chileno encontró su bar preferido
- Es aquí! Vamos!
Entramos a lo que todos llamaban un Go-Go Bar, que es el típico Strip Club donde las chicas bailan semidesnudas.Era muy raro. Las chicas nos bailaban en ropa interior mientras nos tomábamos unas cervezas y el chileno me hablaba de política y de cómo Sudamérica tenía que unirse para enfrentar los nuevos desafíos económicos del futuro, y entre argumento y argumento (prácticamente sin prestar atención a las bailarinas) les ponía un billete en la bombachita.
Como me pareció que todo era parte del proceso de aprendizaje, abrí mi billetera para hacer lo mismo pero solo tenía un billete de 100, y ni loco le daba tanto. Era un mal momento para no tener cambio.
- Esteban, monedas no le puedo dar, no? - pregunté
- No te preocupes, yo te presto un billete de 20…
El sistema de distribución de propinas en bombacha era bastante cruel. Había como una pasarela con varios caños y las chicas iban rotando. De esa manera los tipos cuando les gustaba un chica se la quedaban mirando y le ponían un billete y cuando no les gustaba miraban para otro lado o se ponían a conversar con el viejo degenerado de al lado. Me daba mucha pena cuando había un bailarina fea a quien nadie miraba, por eso yo les sonreía amablemente, y como se ponían tan contentas que alguien les diera bola, me daba mucha pena mirar para otro lado y dejar de prestarles atenciónMi billete de 20 se lo di a la más fea de todas. Una que era totalmente bizca.
Cuando ya habíamos tenido suficiente Go-Go Bar, seguimos caminando y sobrecargando nuestros sentidos con las cosas que veíamos.
Lo que les voy a contar a continuación es realmente muy grosero, de alto contenido sexual e incluso de mal gusto. Así que si son muy impresionables pueden, o pasar al siguiente post, o leer con mayor atención...Hay un espectáculo muy típico de Tailandia llamado "Ping Pong Show", y no es sobre dos chinos haciendo estragos sobre una cancha de tenis de mesa, sino que implica una mujer y una o varias pelotitas de ping pong.El show consiste en que la mencionada mujer introduzca la mencionadas pelotitas entre sus piernas (adentro) y gracias a años de entrenamiento de musculación pélvica logre expulsar la pelotita con gran potencia.
En Bangkok todos nos decían "No se pueden ir de Tailandia sin ver el Ping Pong Show", por lo cual habíamos preguntado los precios con Juan pero como era muy caro habíamos decidido no verlo.Era un poco grotesco el programa del Show que nos querían vender, este incluía Banana Shot, Dard Shot, Cigarrete Shot, Pepino Shot y varios más, pues una vez que se domina la mecánica solo es cuestión de un poco de imaginación para surgir con nuevos números.
La cuestión fue que el Chileno nos convenció de ir, y finalmente decidimos pagar los 500 bats que costaba la entrada (el presupuesto de todo un día) y presenciar el acto. El lugar era horrible y las chicas espantosas. Nos sentamos en primera fila, no sin miedo a que a perder un ojo por un pelotazo. Era muy extraño ver que entre el público se encontraban muchas mujeres curiosas, algunos viejos pajeros y hasta una familia con dos hijos.
En un momento se apagó la música, se encendieron las luces y el show comenzó. Salió una tailandesa totalmente desnuda e inexpresiva. En sus manos tenía varias pelotitas y se las metía en su bajo vientre y las arrojaba. Debo confesar que yo imaginaba que saldría con una fuerza y velocidad tan solo comparable al primer servicio de Marat Safín, pero no. La trayectoria del proyectil era apenas curvilínea.
El show era totalmente desagradable. La mujer habrá proyectado unas 10 bolas y se retiró. Hubo unos pobres aplausos y comenzo la música otra vez. Las chicas procedieron otra vez a seguir bailando y 10 minutos más tarde nuevamente, se apagó la música y la misma tailandesa, otra vez totalmente inexpresiva, salió al escenario, solo que esta vez en vez de pelotitas tenía en sus manos una jarra de vidrio llena de agua. Al igual que lo haría un mago antes de efectuar un truco de magia, la mujer nos mostró que el jarro solo contenía agua.
Entonces se abrió de piernas, puso la jarra debajo de su cuerpo y de repente vimos...
UN PECECITO!!!
Y luego otro, y luego otro! La mina se había metido pececitos naranjas VIVOS!!!
Estos iban cayendo en la jarra con agua y nadaban y todo!
- No entiendo como los pececitos pueden sobrevivir sin O2 ahí adentro - pensé en voz alta.
- Ha de ser por la misma humedad de la marraqueta de la tailandesa - respondió serio y académico el Chileno.
Alli aprendi que en el Chile le dicen "marraqueta" y que Esteban era pésimo en biología marina.
Ahora los aplausos fueron un poco más entusiastas. Igual algunos del público se reían, otros se levantaban y se iban. Juan, el Gato y yo, boquiabiertos, no los podíamos creer y si bien estábamos de acuerdo que era un espectáculo horrible, como ya habíamos pagado tanto, por lo menos nos íbamos a quedar hasta el final.
Nuevamente las chicas bailaron un par de canciones y nuevamente la misma tailandesa de antes salió del escenario, solo que ahora sin pelotitas, pecera, ensaladera o nada en las manos. Y ahora se podía ver una expresión en su casa, en ella había dibujada una orgullosa sonrisa.
- Uh! Se viene algo grande! - vaticinó Juan.
La mujer dio unas vueltas al escenario, desnuda, mostrando que no tenía nada debajo de la manga, e incluso ni mangas. Cuando dejó en claro su punto, se puso de pie a menos de dos metros de distancia de donde estábamos nosotros y se abrió de piernas. Los cuatro nos acercamos y esforzamos la vista para entender mejor qué estaba sucediendo. El suspenso era insoportable. Hasta podíamos escuchar el redoblar de unos tambores.
Durante los primeros segundos no pasó nada...
Luego vimos como le salía un puntito amarillo...
Y luego divisamos como un conito...Y luego se escuchó como el público exclamaba al mismo tiempo...
- Naaaaaaahhhhh!!!!
ERA UN PAJARITO!!!
Repito: la mujer se había metido un pajarito vivo!!!!
Me hubiese encantado poder contar que el pajarito salió volando de la cajeta y dio un par de vueltas por el aire hasta que logró escapar por la ventana, en una escena sin duda artística y simbólica de libertad, emancipación y esperanza. Pero no, apenas el pajarito empezó a aletear la mujer lo agarró con sus manos y lo metió para adentro (del escenario).
Si hubiesen visto la expresión en la cara del pajarito, algo así como "Qué hice yo para merecer esto?" Porque no de haber algo más anti natural para un ave (animal de naturaleza ovípara) que ser parido por una mujer humana!
Realmente no sé por qué lo llaman Ping Pong Show, ya que el número del pajarito me pareció un millón de veces más impresionable.
Pasamos así tres días con el chileno y si bien a veces él nos invitaba y pagaba los tragos y la comida, y trataba de adaptarse a nuestra capacidad de gasto, se nos fue un montón de plata. Comimos en restaurantes lujosos y la pasamos de maravilla. Además para mí fue lindo hablar varios días en español.
Como el chileno tenía que empezar con su entrenamiento de buceo, nos separamos. Solo tres días había alcanzado para conocerlo a fondo y hacernos muy amigos.
A continuación decidimos con Juan y el Gato visitar las hermosas islas de Copipi, donde están las playas donde se filmó la famosa película "La Playa" protagonizada por el famoso actor Leonardo “el mago” di Capria.
Obviamente el lugar era increíble, y si bien había mucha turista fue muy divertido. Nadamos, hicimos mucho snorkling, jugamos con monos, comimos como cerdos, etc.Conocimos un par de gentes interesantes, entre ellos un argentino de nuestra edad que hacía 20 años se había ido a vivir a Italia donde actualmente trabajaba vendiendo cartas de Magic. Era completamente calvo (y con cara de bala) y prácticamente se había olvidado de hablar en español. Cuando le preguntamos qué era lo que más extrañaba de Argentina, no dudo en contestar con su fuertísimo acento italiano
- El choritsooooo!!!!! (100% txt)
Aquella semana visitamos distintas ciudades y distintas playas, una más linda que la otra. Alquilamos unas motitos y recorrimos así varios lugares y todo salió más que bien.El único problema fue que me había gastado casi toda mi plata, así que el buen Juan se ofreció de prestarme 400 dólares para sacarme del apuro. Por lo que finalmente volveré a Argentina, de la misma manera que me fui... es decir endeudado. Como yo tenía mi pasaje de avión a India para el 11 de enero, y como Juan y el Gato querían hacer el recorrido de Laos, Vietnam, Cambodia que yo había hecho un mes atrás, tuvimos que separarnos.
Nos despedimos y ellos se tomaron un micro para el norte y yo me tomé un micro para el Sur, a Kuala Lumpur, la capital de Malasia.
Solo tenía tres días en Malasia así que los quería aprovechar al máximo. Lo primero que hice fue ir a las Torres Petronas. Fue fácil encontrarlas porque si bien mi hotel estaba a dos kilómetros de distancia, se ven desde todas partes. Si bien es una ciudad con todas calles curvas e irregulares, que no siguen ningún patrón, es imposible perder la orientación, porque siempre están allí, las dos idénticas torres indicando el camino.
Llegué hasta el lugar y realmente quedé impresionado. No solo son enormes y altísimas, sino que son hermosas. La simetría es perfecta, el diseño es espectacular. Son brillantes y cubiertas con miles de placas metálicas.
Cuando llegué me acosté en el medio de las torres y me quedé allí como una hora mirándolas, luego entré e hice como un tour por dentro.
Aunque parezca mentira las torres fueron diseñadas por un arquitecto argentino y tienen 88 pisos (se acuerdan que 8 es el número de la suerte?). No solo eso sino que la base de cada una es un octaedro.
En las torres están las oficinas principales de Microsoft, Petronas Group, Touch Games, Datalitics y varias empresas mas.
Fui hasta el puente colgante que están en el piso 44 y era el único turista sin cámara fotográfica. Igual le pedí a algunos locos que me sacaran unas fotos y me las mandaran por mail, pero hasta ahora, si bien me lo prometieron, nadie me las mandó, así que las pocos fotos que tengo las saqué con el celular (truchísimo).
Abajo de las torres hay un shopping muy lindo. Bajé y me comí una grande en Pizza Hut y después, dentro del mismo shopping fui al cine a ver “The Day the Earth stood still” (malísima). Y como estaba solo hice el truco del pochoclo.
Salí del cine y ya era de noche, y allí las Torres me impresionaron todavía más porque en la oscuridad eran todavía más brillantes y lindas. Tal vez un poco ignorante de mi parte sentirme más impresionado por las Torres Petronas que por los Ankor Wat por ejemplo (unos templos con 1000 años de antiguedad que vimos en Cambodia), pero la verdad es esa. Me senté otra vez a contemplarlas hasta que se me cansaron los ojos.
Al día siguiente leí que había un Parque de Mariposas. Curiosamente “Mariposa” en malayo se dice “Rama Rama”. Este era como un jardín botánico cerrado por lo cual dentro se encontraban volando cientos de miles de mariposas de todos los colores y tamaños. Allí pasé toda la tarde, con rama ramas posándose en mi brazos y en mi cabeza. Y allí mismo tomé la seria decisión de convertirme en el mayor productor de mariposas de argentina y ser reconocido nacionalmente como el Mariposón de la Abasto.
Finalmente el 11 de enero fui al aeropuerto internacional de Kuala Lumpur y cuando fui a hacer el check in, vi en la fila a una persona ya muy conocida.
Ahora con dos valijas mas grandes, ahora con el cabello más rubio y con un fuerte bronceado y ahora con ojos verdes, me lo encontré esperándome, con una amplia, seductora y extraña sonrisa a nadie menos que...
Stephane....
...
..
.
10 comentarios:
Noou, el franchote!
Parece guionado, boló, muy genial.
Loco, por qué todos los dentistas varones son así? Conozco varios, NI UNO homosexual, pero TODOS los que conozco son como bastante prolijitos. Es decir, me imagino practicamente cualquier profesión como personajes medio guarangos, guasos y desordenados, pero a un odontólogo me resulta imposible.
Blah, era feísimo nomás el ping pong show, pero todo lo del chileno hasta que aparece Stephane estuvo muy genial.
¡No puedo creer que Stephane haya realmente regresado! Despues de tantas mentiras jamás se me ocurrio que realmente fuera a esperarte en el aeropuerto, fue un final increible. Ahora finalmente sabremos cual es la profesión del francés, o al menos eso espero.
Pobre pajarito, no puedo creer que le hagan eso, y pobres pecesitos también...
Matías
Pd: Che, no es taaan mala "The day that Earth Stood Still" podrían haber hecho algo mejor, pero para pasar el rato estaba bien, zafaba.
Uh! Stephane!
Para mi que era agente secreto nomás.
Si, a las torres las hizo César Pelli, y les puso Petronas porque es el nombre de su vieja. (Doña Petrona)
Nos vemos el sábado!
Qué buen final!! Genial, genial :D
Me quedé pensando qué va a pasar dentro de dos capítulos, cuando el viaje se haya acabado y no haya más qué contar.
Lo que hace internet! Me va a faltar esa manía de todas las mañanas revisar tu blog, y alegrarme al ver un upload.
Besos!! Feliz regreso :D
fizu no tenes camara de fotoooosss???
Nos vemos el 21!!!!
trae regalosssssss
"...trabajaba vendiendo cartas de Magic. Era completamente calvo (y con cara de bala)..." Estas seguro que no era Lucio, boludo!?!?
Che ,mortal el pp show, vos traete alguna chinita, yo pongo el paco para esconder, nos vamos pum para arriba, gomazo!!!
hola!!! a verrrrrr
david: a mi no me sorprendio lo de Stephane, en la carta decia que nos encontrariamos en el aeropuerto, igual yo sigo siendo medio credulo y nabo.
si, el ping pong feo, y el chileno un maestro.
matias fu: estoy seguro que sos un tipo que si no esta 110% seguro de la ortografia de una palabra, se toma un avion a Madrid y se lo pregunta al presidente de la real academia española, asi que te hago esta pregunta
"estas seguro que pecesito se escribe con s?
pd: seh, para pasar el rato pocas peliculas no zafan, pero medio aburrido y sobreusado el mensaje de "tenemos que salvar el planeta, reciclemos!"
Igual ahora que lo pienso apoyo cualquier cosa que tenga un mensaje ecologista.
petruza: es verdad!!! porque en realidad Doña Petrona tenia un hermana melliza, todo eso lo explicaban en el video.
nana: gracias nana!! igual recorda que nada puede escapar, todo tiene un final, todo termina, tienes que compreder no es eterna la risa, el llanto y la brisa, naananana
alelita: si, al final si! flor de camara!
nos vemos!!!
juanma: jajaj, igual Lucio es rapado, no pelado. (al menos la ultima vez que lo vi!)
te gusto el pp show. Y claro, ya de chiquito eras un degenerado!
bueno, amigos! mil gracias por los saludos y nos vemos en...
CINCO DIAS!!!!!!!
fizu
Excelente tu post, anoche vivi la experiencia del ping pong show y dije: pobre pajaritoooo!! me reí mucho con tu relato. saludos!!
Publicar un comentario