sábado, 4 de octubre de 2008

Capítulo 25 "Cuando un amigo se va"

Me desperté al día siguiente y, desayunando con mis dos compañeros, obtuve más detalles del siniestro, es decir la muerte de Amazing.

La noche anterior volvían de bailar y de repente la camioneta dejó de andar. La estacionaron como pudieron y se volvieron caminando. Ese mismo domingo llamamos a un remolque y llevamos a Amazing el mecánico.
- Ustedes son los familiares? - nos preguntó el neozelandés, que por suerte otra vez, no tenía bigotes.
- Sí, dígame cuál es el diagnóstico, por favor - le pidió Juan
- Antes que nada quiero que sepan que lo siento, esta es a peor parte de mi trabajo... Amazing ha sufrido un corte total en su correa de transmisión. Algunas veces esto tiene solución pero otra veces esto daña los cilindros y los pistones, y ahi es cuando la situación se complica. Sin embargo no puedo asegurarles nada hasta que no se realicen los estudios pertinentes.
- Cuánto costaría salvarla?
- Otra vez, todavía no estamos en condiciones de de asegurar nada pero la intervención estaría entre 200 a 2500 dólares.
- Cuándo podremos saberlo?
- Comenzaremos con las pruebas necesarias mañana mismo y estimo que el viernes próximo podremos saber con certeza si Amazing podrá seguir andando o no. - en ese momento Stephane se largó a llorar pero yo lo abracé y lo consolé.
- Recuerden - dijo el mecánico - estén preparados para lo peor.

Después de la horrible conversación con el profesional nos fuimos a un McDonalds a discutir nuestro futuro y a ahogar nuestras penas en papas fritas.

- Vamos a esperar hasta el viernes. Cuando sepamos cuanto cuesta el arreglo vemos si nos conviene arreglarla y venderla, o no arreglarla y vender las partes - dijo Juan
- Todavía no está muerta y ya estás pensando en vender sus partes - sollozó angustiado Stephane.
- Callate, sandro! - exclamó Juan
- Bueno, bueno, no nos peliemos, loco! - traté de intervenir - esperemos hasta el viernes y después vemos.
- Otra cosa - continuó Juan - no me la banco más a la vieja, me quiero volver al backpackers. Ustedes se quieren quedar con Grandma?
- Más allá de que me quiera quedar o no... no tengo un peso! Estoy sobreviviendo a kiwi y a papas podridas! - le expliqué con la cara llena de aceite.

Después de deliberar, cono de vainilla de por medio, Juan decidió que volvería al backpackers y Stephane y yo nos quedaríamos con Grandma.

Al día siguiente Juan y Stephane decidieron quedarse en la ciudad para ver como avanzaba el tema Amazing y tratar de encontrar otro trabajo. Yo fui a trabajar y al final de la tarde, me enojé con Joe Kiwi y renuncié. Me le acerqué y lo miré a los ojos
- Renuncio viejo choto - le dije - y metete tu cajón de kiwis bien en el orto.-
Por suerte Joe Kiwi no hablaba español.


A mi vuelta me los encontré a los dos en la casa y les pregunté que habían hecho de útil.

- Nada...Yo me compré un libro, El arte de la Guerra, de Chau Fan Lee - dijo Juan
- Y yo me compré 700 dólares en billetes de lotería!! - dijo emocionado Stephane.

Parecía un chiste pero era verdad y lo mas increíble de todo, es que el francés, en París, trabaja como asesor de riesgo e inversiones. Me parece que de todas las operaciones financieras que uno podría hacer, la de mayor riesgo y mayor probabilidad de pérdida es, sin duda, jugar al lotto!

- Para ganar hay que arriesgar - decía confiado Stephane.

Toda la situación me hacia acordar a la escena de Tonto y Retonto, cuando estaban en quiebra y Jim Carrey va al supermercado, con sus últimos ahorros y se compra un sombrero mejicano y un montón de giladas más.
De todas formas, Stephane me contagió con su confianza, y ya hacíamos planes de qué compraríamos cuando ganara el loto el siguiente jueves.

Al día siguiente Juan se mudó al backpackers y me quedé solo con Stephane y Grandma. El francés era totalmente inútil, no sabía cocinar, era un poco torpe y en un momento, me vino la duda si realmente era un buen compañero de viaje y en un momento hasta pensé hacer mis valijas y desaparecer...con su computadora.

Pasaron los días hasta que llegó el viernes y fuimos a recibir las noticias del mecánico.
- Las novedades no son buenas... - nos dijo - ...revisamos el motor de Amazing y todo los cilindros y los pistones están dañados. Realmente lo siento, hicimos todo lo posible. - al terminar la frase escuché como Stephane lloraba salvo que esta vez ni pude consolarlo.
- Cambiar todos los repuestos puede llegar a costar mas de 3000 dólares (textual) - ahora era yo el que estaba llorando al ver como mis mil dólares se perdían en al aire como hojas secas en una tarde ventosa de otoño.
- Está bien - intervino Juan, que se mantenía más frío y controlado que nosotros - Cuánto nos dan por las partes de la camioneta?
- Nada. Nadie compra partes de esta clase camionetas.
- Bueno! y cuánto nos dan por la chatarra?! - gritó Juan ahora también desesperado. El mecánico hizo un rápido cálculo mental y concluyó
- 100 dólares.

Amazing nos había costado 2400. La usamos un mes y nos dieron 100 dólares por sus restos. Realmente un pijazo.

Después de ahi fuimos a la lotería a ver si Stephane había ganado un millón de dólares, pero no, solo había ganado 100, es decir que perdió 600. Qué buena inversión, francés!

Volvimos a la casa mientras que Juan se volvió al backpackers
Era Viernes 30 de Mayo. Estaba sin plata, sin camioneta, sin computadora, sin trabajo, sin papas, sin kiwis, sin nada excepto una invitación para el torneo en Wellington para el día siguiente. Después de pensar unos minutos dije
- Me voy a Wellington. Chau, Stephane. Fue un gusto conocerte. - él parecía totalmente sorprendido por mi decisión.
- Pero como? Nos separamos? Si somos el Potato Crew - me dijo apenado y con una mirada lastimosa, lastimada y lastimera. Y de repente varias imágenes pasaron por mi cabeza. Stephane había sido mi primer amigo en NZ, recordé nuestros días juntos en la cosecha de papa, recordé los partidos de futbol contra los ingleses y como siempre estaba en nuestro equipo, recordé a Stephane bailando con las gallegas sin entender nada de lo que hablaban, recordé Arthur Pass, el Glaciar, el fallido trabajo en el Club de Rugby, las veces que me acompañó a correr, recordé todo eso y tomé una nueva decisión repentina de la cual no sabría si me arrepentiría.
- No, ya no somos el Potato Crew...somos el Kiwi Team!! Querés que vayamos a Wellington juntos?
- Por supuesto! Somos un equipo!

Y fue así que hicimos nuestras valijas, nos despedimos de Grandma muy emotivamente y nos fuimos a la terminal a tomarnos el siguiente micro a Wellington.
Allí me encontré con Juan que nos venía a despedir y a devolverme la maquinita para cortarse el pelo.
- Qué vas hacer vos ahora? - le pregunté
- Voy a buscar algún laburito acá hasta que encuentre un tambo. Y vos?
- No se, después veré.
- Bueno, suerte! - y nos estrechamos las manos y nos despedimos con la misma sencillez y naturalidad con que nos despedíamos en la facultad para volver a vernos al día siguiente sin entender que esa podría ser la última vez que nos veíamos en Nueva Zelanda.
- El bus está por arrancar - gritó Stephane. Tomé mi mochila y encaré para el micro. Antes de subir me di vuelta y vi como Juan se alejaba, pero no sin antes darse vuelta él también. Ambos pudimos percibir un sentimiento extraño en la mirada del otro.
Ese sentimiento era la duda.


FIN DE LA TERCERA PARTE

7 comentarios:

kiwijuan dijo...

Ese sentimiento era la duda???
era amor!! y me cambiaste por el frances roñoso ese, no lo puedo creer.
Estoy mas que celoso de que es el quien duerme contigo ahora y no yo.
No voy a opinar nada de la historia porque no quiero contar mas, por ahi contas lo que falta mas adelante.
Abrazo.

PD: hoy fue mi ultimo dia en el tambo, soy tan feliz, jaja.

Guillermo Watson dijo...

AMEIZIN'!

Anónimo dijo...

No se que hacer, esto de las entrgas semanales me esta matando.Me parece que voy a esperar a que vuelvas asi veo la historia sin cortes.
Abazooo grande y tubitostadas.
Pd: hoy a la noche te tiro mis pensamientos sobre elecciones

David dijo...

Toda la despedida.
Che, es bastante lindo el viaje, boló. Con todas las cagadas que van pasando en el medio y todo. Ó al menos le ponés bastante onda en el relato.

Que llegue el sábado!

Unknown dijo...

No puedo creer que te fueras con el francés, y ahora que leo el comentario de kiwijuan no puedo evitar preguntarme -entre muchas otras cosas- ¿todavía seguis con él?
¿Lo de que stephane es analista de riesgo e inversiones es en serio o es otra mentira del francés? Porque sino, ahora estoy comenzando a comprender un poco más la crisis económica mundial, tal vez en los paises desarrollados son todos como él, debo decir que eso explicaria muchas cosas. Seguro que el era uno de los que andava vendiendo y comprando hipótecas, jaja.

Matías

Anónimo dijo...

Junto a mi Patria hemos decidido tener un anio de luto por la tragica muerte de un heroe increible: Amazing 4ever!

Summon Amazing, 4/4, arrollar, mana: 40 papas, 30 kiwi. Doesnot untap in upkeep fase.

Anónimo dijo...

Holaaaaa, al fin loco. LAbure 10 dias sin un franco. Me parece que me voy a mandar una gran Espartaco.
Gracias por los comentarios!!

Kiwifijuan: los trapos sucios se limpian en casa! (o algo asi) TU me dejaste a mi!!!! Tu y tu trabajo!!! Por que no viniste a Wellington conmigo!!! Podria haberte hecho feliz. Igual el pasado es pasado y talvez todo fue para mejor. Por lo meno podemos seguir siendo amigos, no?



guillermazo: gracias, querido!!

Morsolini: lei tu mail ahora lo respondo. El chocolate se eleva!!!

davison: En realidad trato de ponerle onda al relato. No es muy lindo ser pobre y contar la monedas para comprar un snickers. Igual, obviamente, hasta AHORA, el balance fue positivo.

matias: si, me fui con el frances. El tiempo dira si nos separamos o no. Y, efectivamente, hasta donde supe todo lo que me dijo era verdad, excepto lo del castillo.
Igual con la plata, el tipo este era un desastre, asi que yo tmb entiendo ahora la situacion de la economia mundial

anonimo:jajajajaj, si te conoceré, amigo mio, si te conoceré! Abrazo


gracias por acompañarme y abrazo para todos!!


fizu