miércoles, 8 de octubre de 2008

Capítulo 26: " Wellington y el cumpleaños de la Reina" (Capitulo Compensatorio)

En el capítulo anterior nos vamos con Stephane a Wellington despidiéndonos así de Grandma, los kiwis, Tauranga y, lo más importante de todo, de Juan.


Nos subimos al micro y canté ventanilla. Ambos sentimos una extraña sensación, después de haber tenido camioneta durante dos meses, volver a ser peatones nos parecía como descender de castas. La travesía era larga y dura, como la vida misma, pero cuando uno duerme como un tronco el tiempo vuela, como la vida misma también.
Cuando llegamos a Wellington eran como las 10 de la noche y hacia frió frió como agua del río y lo sentíamos todavía más porque veníamos de Tauranga, donde estábamos siempre en remera sin manga. Cuando sacamos nuestras cosas del baúl del micro nos dimos cuenta que nuestro equipaje era una reverenda guarangada, parecía una mudanza. Una de las razones, que ya les comenté, eran las 12 camisas, los 4 pares de zapatos y los kilos de cosméticos de Stephane, sin embargo tengo que admitir que el que tenía más bolsas, bolsos y bolsines era yo. Me di cuenta que hasta el momento no había tirado nada, había atesorado cada folleto, llaverito, gorrito o cualquier tipo de baratija con la misma dedicación con la cual una ardilla atesora sus nueces. Además tenía dos bolsas de supermercado con mi comida (muchos kiwis, mucho arroz, condimentos para el arroz, etc.), sin contar una radio que nos habíamos comprado a medias con Stephane, algo de ropa y mi computadora rota.
El francés parecía recién llegado a un aeropuerto y a mi solo me faltaba un carrito de supermercado y un perro que me siguiera para parecer un autentico indigente.

Como siempre, caímos en una de las bases de la supervivencia que es encontrar un lugar para dormir y pegarse una ducha. Comenzamos a recorrer con todas las cosas en busca de un hostel.
Caminar con todo era durísimo, y hasta estábamos tentados de llamar un flete. Entramos a backpackers, pedimos una habitación y, por primera vez en todas nuestras noches en Nueva Zelanda, no había lugar.
- ... y es más, no creo que encuentren absolutamente nada para esta noche - aclaró el encargado.
- Por qué? - preguntamos todavía incrédulos
- Cómo? No saben? El domingo es el cumpleaños de la Reina, la mayor fiesta nacional y el lunes es feriado. Por eso muchísima gente viene a celebrar el evento a la Capital. Como les decía, esta todo absolutamente ocupado o reservado. Lo siento.

En NZ hay muy pocos feriados nacionales. Tienen ANZAC, que es cuando mandaron tropas a la Segunda Guerra Mundial y el cumple de la Reina. No es como nosotros que tenemos Día del Trabajador, de la Bandera, de la Independencia, de la Raza, de la Virgen y otros más que no recuerdo.

Como todavía no podíamos creer que no hubiese ni un solo lugar, seguimos buscando y efectivamente, era cierto, estaba todo ocupado. Un tipo en un hostel, como se apiadó de nosotros tomó el teléfono y empezó a llamar a todos sus colegas, obteniendo siempre una respuesta negativa.

Cada vez era más tarde, cada minuto bajaba la temperatura y subía el cansancio y ya nos estábamos empezando a preocupar en serio. Recién habíamos llegado a Wellington y ya las cosas empezaban a salir mal. A decir verdad yo consideraba la posibilidad que algún día estaría en quiebra y tendría que dormir en una plaza, pero no tan pronto.

En un momento, ya cuando la desesperación era tal que estaba a punto de llamar a mi mamá para que me viniese a buscar, encontramos el hotel más lujoso de Wellington, y perdidos por perdidos, entramos y preguntamos. Si bien nos miraron con un poco de desconfianza al ver que la mitad de nuestro equipaje estaba en bolsas de plástico, revisaron las reservas y nos dijeron
- A decir verdad, acabamos de recibir una cancelación de ultimo momento, hay una habitación disponible, pero es una suite matrimonial... - y el encargado no esperó nuestra siguiente pregunta obvia - y cuesta 350 dólares la noche. - si este hubiese tomado carrera y nos hubiese pateado en las bolas con botines y de puntín, nos habría dolido menos. Salimos a la vereda a deliberar que hacer.
- No hay otra solución, tenemos que pagar.- concluyó Stephane.
-Y encima matrimonial...que deshonor.
- No pensemos más, entremos y paguemos antes que alguien la reserve.

Sin embargo no me quería rendir todavía, le dije a Stephane que nos tomáramos unos 5 minutos para pensar. Cada uno se sentó en silencio y yo empecé a navegar en la pequeña internet de la mente (y hasta hice con la boca el ruido del módem como me enseñó Guille). Una vez había escuchado algo así como que uno podía ir a dormir a una comisaría y tenían la obligación de darte un lugar, aunque talvez era un mito urbano como aquél de aquella mujer que se secó el pelo en el microondas. Seguí navegando y recordé una cita de Jose Narosvky que decía así

"Más vale caerle de ocupa a un conocido que pagar 350 dólares en un hotel lujoso"

Al principio no sabía como interpretar esta cita, Jose Narosvky es siempre muy enigmático e indescifrable. Entonces tomé el teléfono que habíamos compartido con Juan y empecé a ver los mensajitos enviados. En ellos encontré los que Juan le había mandado a Evangelina, no se si recuerdan a aquella amiguita de Zarate que vivía en un departamento en Wellington, la rubiecita linda y cheta con las amiguitas lindas y chetas con las que habíamos ido a bailar la ultima vez que estuvimos en Wellington y a la cual habíamos ignorado un poco por elegir la compañía de las gallegas y las cuales se habían ofendido con Juan. En realidad no era una situación muy cómoda pero la desesperación es un sentimiento poderoso como un Koinor. Con la misma desesperanza que uno siente cuando en la última tirada de dados necesita una generala para ganar, redacté el siguiente mensajito.

"Hola, Evangelina. Soy Fizu, el amigo de Juan. Estoy en Wellington con el francés y no hay un solo lugar para dormir. Se te ocurre alguna solución? Mil gracias"

A los dos minutos me respondió

"Uh! No, no hay un solo lugar. Una amigas mías vinieron por le fin de semana y se tuvieron que quedar en mi casa. Yo te invitaría a que vengas pero ya somos 5 chicas en un departamento de un ambiento. Lo siento."

- Tachame la doble - pensé. Nos miramos con el francés y entendimos que a veces hay que aceptar la derrota.

- Tenés 350 dólares, Stephane? Después te los devuelvo...

Tomamos nuestras valijas y estábamos por entrar cuando recibí un nuevo mensaje.

"Sabes que? Vénganse a pasar la noche acá, nos acomodamos como sea. Mi dirección Central Road 633, 7to B"

- Sí!! Evangelina aceptó, Stephane. - nos abrazamos saltando y girando y Stephane lloraba de alegría y emoción
- Lo único es que son 5 chicas en un ambiente, así que vamos a estar medio apretados. - le dije mientras me agachaba a recoger mis bolsas. Cuando me levanté y lo miré, Stephane ya estaba corriendo hacia la casa de Evangelina, con su valijota con rueditas, levantando polvo y a una cuadra de distancia.

Finalmente, después de caminar dos kilómetros con todo el bagaje, llegamos muertos de cansancio y ella nos bajó a abrir la puerta. Subimos y, efectivamente, el departamento era mínimo pero, realmente, Evangelina y las chicas le pusieron la mejor onda y no nos hicieron sentir que estábamos molestando. Para agradecerles les regalé mis preciosos kiwis que comimos como postre y después nos acomodamos para dormir. Todas las chicas dormían en suelo con bolsas de dormir y en camisón. Stephane tenía los ojos tan abiertos y brillosos que parecía un dibujito japonés. Toda la situación parecía el argumento de una película de Olmedo y Porcel.


Como Stephane no tenía bolsa de dormir, tuvimos que hacer algunas acrobacias para que finalmente estemos todos cómodos. Justo antes de dormir, les conté con lujo de detalles todo nuestro viaje por Nueva Zelanda, desde que partimos con Juan desde Bs As, hasta que llegamos con Stephane a Wellington, contándoles sobre las papas, Ben, las gallegas, Maria, los kiwis, los Kiwis, Grandma y Amazing. Cuando me di cuenta que todas las chicas e incluso Stephane ya estaba dormidos, hice silencio, acomodé mi almohada y me dormí.

Era viernes 30 de Mayo. El día siguiente era un pequeño paso para la humanidad pero un gran paso para mi. El día siguiente era el Torneo de Sumo de Oceanía, para el cual había entrenado mucho y por el cual me temblaban las rodillas por la excitación y los nervios.




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Proximo capitulo Sabado 11 "El Torneo de Sumo"

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Je, esta vez le gane a deivid el primer comentario.
Este post es un aviso actualizaciones mas seguidas???
Mira que es lo que todos quieren!
Que hicieron con el cadaver, lo vendieron por chauchas y palitos? o lo enterraron con dignidad?
Ahora que lo pienso no estoy seguro que no lo hayas dicho.Voy a tener que releer los ultimos capitulos.
Abrazo

David dijo...

Yo quiero saber si enterraron la batata con dignidad, che!

Buen no se, extraño a las gallegas, es lo único que voy a decir de acá en más, no me canso nunca. Si alguien consigue un stencil me hago una remera. Genial el capitulo bonux, espero que llegues a tu promesa findeañeril.

David dijo...

btw, psp sux

kiwijuan dijo...

Hijos de puta se enfiestaron a mis amigas!!!!
Yo les hice el contacto y me dejaron afuera, qeu traidores.
FEde termine de laburar y estoy mas perdido que3 nunca, solo con el auto lleno de boludeces.
Eso si, las minas siguen todas con los sudacas en los hostel, al menos masntengo eso.
Saludos

Anónimo dijo...

holaaaaaa amiguines!!

morsiloca:La unica manera para llegar a las fiestas y actualizarme con la historia es escribir dos veces por semana, asi que segurmente empieza a postear miercoles y sabados. Igual ahora descubri una manera para programar eso, asi que por ejemplo ahora voy a subir para este miercoles, el proximo sabado y el proximo miercoles.
COn el cadaver, como Juan se quedo en Tauranga, a la semana siguiente mando a Amazing a que la hicieran chatarra y le dieron 100 dolares, que parte usó para pagarle al mecanico y pagar el remolque.
abrazo padre!!

hermoso david: yo tambien las extraño. REcorda mis palabras: voy a cumplir mi promesa in your face, vas a ver!!! Va a costar porque en realidad no es que este adelantando. Estoy escribiendo dos veces por semana y en el tiempo del viaje estoy adelantando solo una semana o menos, pero bueno, algo voy a hacer al respecto.

david: ...

juanente: noooo, no nos enfiestamos a nadie. Fue una situcion desesperada. Donde estas? estas trabajando? No te quejes que en el tambo te hiciste rico!!!

gracias por escribir y comentar!!! Lo aprecio mucho!
nos estamos viendo!!!! chauuuuuuuu

fizu