sábado, 11 de octubre de 2008

Capítulo 27 "El Torneo de Sumo"

Como no tenía nada que hacer me puse a mirar televisión. Como era la mañana no había nada interesante excepto los mismos comerciales de una hora onda Sprayette que si bien son una basura siempre uno está un poco intrigado y tentado por tener.
De repente la pantalla se puso negra. Lo primero que hice fue confirmar si se había cortado la luz, pero un reloj digital en la mesita de luz marcaba las 11:12 AM. Miré el televisor con mas atención y vi mi reflejo y el de una persona detrás mío. Me doy vuelta asustado y allí estaba Joe Kiwi. Me miraba inexpresivo y con los ojos muy abiertos como los de un maorí haciendo el haka y sin abrir la boca, susurró en mi mente...
- Debes elevar el kiwi... -

Y ahí fue cuando me desperté...

Al principio me costo un poco entender donde estaba. Estaba en Wellington, en la casa de Evangelina, con Stephane y varias chicas argentinas. Finalmente nos levantamos todos, desayunamos y nos ofrecieron dejar nuestras cosas allí hasta que encontremos un lugar donde hospedarnos. Salimos a la calle y yo necesitaba solo dos cosas para el torneo: un protector bucal y una calza para usar abajo del pañal (o mawashi). Fuimos a una casa de deportes donde compré el protector. Las calzas estaban un poco caras.
- Me prestás 70 dólares, Stephane, después te los devuelvo. – de todas formas por la mirada del francés, decidí mejor pelear en calzoncillos.

- Mañana me gustaría ir a misa, Fizu. Te parece de ir? - Stephane ya me empezaba a llamar Fizu.
- Sí, claro!

Recorrimos un poco la ciudad hasta que llegamos a la plaza central donde había cientos de personas y decenas de orquestas y desfiles militares. Todos estaban allí por el cumpleaños de la Reina.

- Marchas militares... - pensé en voz alta -... interesante.

Después de algunas horas pudimos encontrar un hostel impresionante, con una sala de video enorme y genial, con piano, una biblioteca, etc. La habitación costaba 30 dólares la noche, medio caronguete, pero era lejos el mejor hostel que vi hasta ahora en NZ

- Me prestás 30 dólares, Stephane. Después te los devuelvo.

El torneo era a las 21. A eso de las 18 me duché y me dirigí a la cocina donde preparé mi super fideos, que es como un placebo que cocino (algo así como el brebaje mágico de Asterix), que consiste en fideos, y una salsa de tomate con 7 dientes de ajo. Con una baranda a pesto que apesto, hice mi mochila y nos fuimos con Stephane al torneo.

Yo tenia indicaciones de encontrarme con el organizador en un hotel, así que llegamos a destino, conocimos a este neocelandés, de nombre Howard, que nos recibió muy cálidamente. Subimos con Stephane, a la habitación y conocimos al equipo australiano que se hospedaba allí. Uno de los chicos australianos (que era simpatiquísimo) era luchador olímpico de greco-romana. Hasta ahora todos los australianos que conocí fueron geniales (si bien en realidad conocí solo dos, por lo cual el intervalo de confianza es medio bajo.)

Me impresiono muchísimo que Howard conociera a varios compañeros de Argentina como Sebastián Videla, Gabriel Wakita y varios más. De repente me sentí medio un impostor entre tanto deportista de verdad. Me hacían preguntas de sumo y me di cuenta que del tema no sabía nada. No se quienes son los yokozumas, ni quien es el campeón, ni nada. Imaginen a un jugador de tenis amateur que no conozca a Roger Federer, a Rafael Nadal o a André Sampras. Como estaban muy interesados de tener un luchador de otro continente me seguían bombardeando a preguntas y medio que las carateaba con retórica, evasivas y acertijos. En un momento (creo que ya desconfiaban de mi verdadera identidad) me hicieron una pregunta directa y concreta sobre sumo que no tenía ni la menor idea, igual de todas maneras relacioné la respuesta con el impacto de la soja transgénica en Argentina, que es un tema que domino un poco mejor, y de esa manera pude zafar del aprieto.

Luego fuimos al estadio y una vez allí al vestuario donde estaban el resto de los luchadores neocelandeses cambiándose, la mayoría de ellos eran maoríes y solo un par de rubios. Stephane se ubicó entre el público, entusiasmado y divertido.
Nos cambiamos y trate de concentrarme. Quería ganar, tenía ganar! Nos llevaron atrás de un telón y escuché que anunciaban por los parlantes.

"Bienvenidos al Torneo de Sumo de Oceanía (pobres aplausos) hoy, como todos los años podrán presenciar la competición de este hermoso deporte japonés entre luchadores de Australia y Nueva Zelanda, solo que este año contamos con la presencia de un luchador de Argentina, por lo cual este torneo tiene un carácter todavía más internacional. Ahora, por favor, procederemos a presentar a cada uno de los luchadores...
Rob Patterson de Australia ...”


...y así con todos hasta que escuche mi nombre

"Fizu de Argentina"

Salí del telón hacia el doho, y escuché muchos murmullos. No fue difícil entender qué decían.

"Ese flaquito hace sumo?”
" Mira, tiene un agujero en el calnzoncillo"
"Adonde me trajiste, hermano?”


Empezamos a hacer algunos ejercicios de precalentamiento y a partir de alli me sentí más cómodo porque era muy parecido a las exhibiciones que realizamos en Argentina. Hacíamos la misma secuencia de movimientos mientras que una mujer por un micrófono explicaba las mismas cosas.

Después de todo el precalentamiento y la introducción, empezaron las luchas, y la primera categoría era - 85 kg, donde luchaba yo.

Como siempre había poco flacos. Solo un maorí y australiano rubio.

- Qué lástima – pensé – si hubiese estado yo solo en mi categoría talvez salía campeón.

" Primer lucha, Maurice de NZ contra Fizu de Argentina"

Me ubiqué en mi lugar, hice el saludo de ceremonia y cerré los ojos.

- Debo elevar mi kiwi - pense - mi oponente es un kiwi y me lo tengo que comer. Tengo que concentrarme, concentrarme como Karate Kiwi III... qué buena película esa, especialmente la parte donde el Prof. Miyagui empieza a tocar ese especia de tamborcito. Hay otra película con el actor de Karate Kiwi muy buena, donde toca la guitarra y está con un negro. Me hubiese encantado tocar la guitarra... igual el piano también es muy lindo. Cuando vuelva a Argentina tengo que comprar un transformador para el órgano... el último lo dejé enchufado tres días seguido y se derritió... igual no son muy caros. Y ahora que pienso también debería comprar un piano nuevo, y devolver el que tengo a la hermana de Alejandra que me parece que lo quiere de vuelta. Cuanto costará un orga...


- HAKIHOI!!!! (que es el grito del árbitro que da inicio a la lucha)

- Mierda! – pensé ya que me había agarrado desprevenido. De todas formas ataqué con todas mis fuerzas e increíblemente lo saqué del círculo salvo por el detalle que primero me caí de cabeza al suelo así que perdí la lucha! El suelo era de parquet, durísimo. Igual me levanté rápido, tratando de disimular mi mareo y mi conmoción de cráneo.

"Ganador: Maurice de NZ. Siguiente lucha: Fizu de Argenina contra Rob de Australia"


Me ubiqué en mi lugar otra vez, hice el saludo de ceremonia y esta vez no cerré lo ojos.
- Ahora no voy cometer el mismo error otra vez - pensé - ahora si me voy a concentrar, no como me pasó en Brasil que estaba pensando en cualquier otra cosa... el mundial de futbol de 2014 creo que es Brasil... estaría buenísimo ir. Igual también quiero ir al de Sudáfrica, me parece que la idea de vender amuletos de la suerte allá no es tan mala. Tengo que buscar en google acerca de eso...ah, y también sobre maripo...

- HAKIHOI!! - gritó el árbitro

- Mierda!! - pensé. Ataqué con todas mis fuerzas y esta vez procuré no dañar el parquet con mi cabeza y por suerte lo logré y gané!!

Estaba muy feliz pero con un dejo de amargura porque a continuación seguramente el neocelandés le ganaría al australiano y él seria campeón y yo segundo, que es lo mismo que decir antepenúltimo. Sin embargo sucedió que el australiano ganó, por lo cual era un triple empate y por lo cual teníamos que luchar todos otra vez.

Rob de Nueva Zelanda contra Fizu de Argentina.

Nuevamente me posicioné, hice el saludo loco y decidí automotivarme

- Necesito fuerza, necesito explosión, sangre, furia... tengo que pensar en algo que me haya hecho enojar...por ejemplo cuando los ingleses atrapan a William Wallace en "Corazón Valiente"! O cuando los nazis matan a Roberto Benigni en "La vita e bella"!! o cuando los fantasmas capturan a Delfín y Mojarrita en "Delfín y Mojarrita contra los fantasmas!!!!

- Hakihoi! - gritó el réferi
- Malditooooo, te voy a matarrrrr - grité yo fuera de mi casi al mismo tiempo y salté contra el neocelandés cual león rabioso de melena negra. Cuando volví en mi, vi que Rob estaba fuera del ring y yo había ganado!!! Estaba chocho, pero me hice el serio y el malo. Inexpresivo me situé otra vez en mi lugar.

Fizu de Argentina contra Rob de Australia

La misma ceremonia de siempre, y me di cuenta que había usado todo mi kiwi en la lucha anterior, ahora tenía que usar técnica. Estaba en problemas porque me habían enseñado las reglas pero todavía no la técnica.

- Esta vez me voy a concentrar en serio. - pensé - No tengo que dejar pasar esta oportunidad, igual una cosa que nunca entendí sobre la concentración es que... tengo que pensar en algo? o no tengo que pensar en nada? porque por ejemplo ahora estoy pensando sobre qué estoy pensando... ósea, estoy concentrado? Me parece que no...
no, efectivamente no estoy concentrado porque ahora mismo estoy pensando en comida...

- Vamos, Fizuuuuu!!!!! - una voz en el público gritó textual y en español y con una pasión y una garra que me despertó de mi babia. Era Stephane que se había parado del asiento y me alentaba con fuerzas. Miré a mi contrincante y me puse serio.

- Hakihoi!! - y salté con todas mis fuerzas. La lucha se hizo un poco más larga porque ya estábamos cansados, en un momento la lucha se trabó y cualquiera podía ganarla. De repente pasaron por mi mente los rostros de mis amigos, de mi familia, de mis antiguos amores... de las personas que amo... y entre esos rostros, visualicé uno en especial, con aquellos ojos tristes y serenos, y aquella tibieza en su suave piel que me hacia replantearme cada día, cada segundo, qué hago en este continente, qué hago en este país lejano, frío y remoto. Por qué no me tomo el primer avión a Argentina para estar a lado suyo, si es realmente lo que más quiero, si es sin duda, lo único que quiero. Fue por eso que con todo el aire de mis pulmones y toda el amor de mi corazón, grité su dulce y tierno nombre

- BRUNOOOOOOOOOO!!!!!!!!!

Y levantando a mi contrincante por el aire lo tiré a la tribuna (o por lo menos cerca)

Entonces allí fue cuando anunciaron

"Campeón de la categoría: Argentina!"

Argentina campeón de Oceanía. Cualquiera. La frase no tiene sentido ni lógica ni geográficamente, de todas formas la gente vitoreaba como loca, no por su afinidad con nuestro país sino por su rivalidad con Australia. Y de repente se hizo la debacle total. Todos los espectadores (que eran alrededor de 7) invadieron el ring y todo fue descontrol. La policía local hacia intentos desesperados para contener a la multitud pero la euforia era tal que fue todo inútil. Por suerte a los 5 segundos todos se calmaron y volvieron en forma prolija y ordenada a sus asientos y el torneo continuo sin problemas como si esto nunca hubiera pasado.

Luego empezó la categoría libre de peso, donde luché unas 6 veces creo y solo gane una. De todas formas fue muy gratificante luchar contra algunos gordos de verdad.

Una vez terminado todo, se procedió a los saludos y a los abrazos, porque si hay algo más lindo que pelear contra un gordo, es abrazarlo. Algunos se me aceraban y me preguntaban si había venido a Argentina solo para el torneo, y por supuesto yo les respondía que sí, que había venido solo por el fin de semana y por el cumpleaños de la Reina.
Intercambiamos mails con todos los luchadores y les dije que estaban totalmente invitados a mi casa si alguna vez venían a Argentina, cosa que seguro nunca van a ser, si bien en ese momento yo me lo creía y ellos también.

Nos despedimos y nos fuimos con Stephane rumbo a nuestro hostel. Teníamos pensado ir a bailar pero yo tenía el cuello un poco fracturado de la primera lucha. Las calles estaban totalmente desiertas, y en todo desierto siempre hay un oasis, que este caso era un Mac Donalds.
- Yo me clavaría una hamburguesa, y vos?
- Ni tenes que preguntar. - me respondió. Entramos y nos pedimos un super combo gigante con todo lo que se le podía poner y todas las maximizaciones y upgrades que existían.

Comíamos en silencio con Stephane cuando recordé mi duda si invitarlo o no a que viniera conmigo a Wellington. Y para despejar parte de la ecuación me imaginé allí comiendo solo. Si hay una cosa que nos enseñó Steve Martin y John Candy en la pelicula “Mejor solo que mal acompañado” es exactamente que es mejor estar mal acompañado que solo.

Stephane era completamente inútil, medio delicado y un poquito gil, pero era bueno, siempre estaba con una sonrisa, y para mal o para bien ahora era mi compañero, y que fuese el peor o el mejor compañero del mundo, no dependía de él, sino de mi.
- Sabés una cosa, Stephane... Estoy muy contento de que hayas venido conmigo...
- Sí? yo tambien! - y sonreímos con sincera alegría y saboreando el momento Kodac como así también las hamburguesas - y querés que te diga algo más, Fizu... - continuó - este viaje recién empieza...

Me quedé pensando acerca de eso. Por primera vez en casi dos meses no tenía planes ni metas para el día siguiente. Hasta ahora siempre había estado con trabajo o con la promesa de uno, o con el torneo en la mente o con algo adonde apuntar las energías. Sin embargo en este momento no tenía ni la menor idea donde iba a estar o que iba a hacer el día siguiente ni la semana siguiente.
“Este viaje recién comienza" había dicho Stephane, y efectivamente, no podía estar más en lo cierto. Porque si hasta ahora yo pensaba que había vivido algunas dificultades, contratiempos y situaciones intensas, realmente todavía no había visto nada.






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Proximo Capitulo: "Del ejercito a la granja hippie"

7 comentarios:

de contacto dijo...

VAMOSSS CAMPEON!!!!!! IN YOUR FACE, COCODRILO DUNDEE!!!

Anónimo dijo...

hola amigoss!!!

juanma: gracias!, igual pensa que eran dos nomas. No era muy seria la cosa.

profeseur: merci beaucoup, je voudrais dedier cette victoire a toute ma classe de francais et en particuler a mon profeseur et amie, Claire! :)


No dejen de escribir que me va a poner muy triste esperar una semana para leer sus comentarios y encontrarme que no hay ninguno! :)

abrazo para todos!!

fizu

Anónimo dijo...

No te pongas triste , aunque no comentemos estamos con vos en espiritu.
Ya sabia de tu exito, es mas lei cometarios del torneo en el cual te felicitaban por haber ganado una pelea de la categoria libre.
pero igual el leer de la experiencia es muy groso. y preparate que cuando vuelvas me vas encontrar entrenando para egipto 2009
Abrazo grande y beso heterosexual.
Pd: responde lo que te pregunte en el ultimo mail

David dijo...

:D buen capitulo. Definitivamente de la mejor redacción. Se ve que te estás tomando un poco más de tiempo y calma para escribir, por lo que deduzco que te metiste en un negocio turbio, te fue muy bien, te casaste, te divorciaste, te fuiste a vivir como hermitaño a una granja y ahora vivís en una casa rodante y vivís de lo que te dejaron los negocios espurios.

Quedan unos 72 días para fin de agno. Son 10 semanas, son 20 entregas, aunque es obvio que ya hiciste la cuenta.

Anónimo dijo...

A pedido del publico tendrías que tener 2 entradas por semana.

Guillermo Watson dijo...

FIZU!!!

vamo campion carajo!

Anónimo dijo...

Gran post, heredero de Salgari, Twain y Landriscina.