viernes, 23 de enero de 2009

Bangkok, hormigas en la azúcar y Navidad en Yakarta.

Nueva Zelanda había quedado atrás, temporal, geográfica y espiritualmente. Ahora nos encontrábamos volando por encima del firmamento nuboso, hacia Bangkok, la capital de Tailandia. A mi lado se encontraba mi compañero de viaje, Stephane. Yo estaba tranquilo y relajado. Tenía algo de dinero, casi todos los pasajes comprados, salud y optimismo. No se me ocurría ningún problema que pudiera surgir...
Lamentablemente, como tantas otras veces, estaba equivocado y no contaba con la información suficiente como para saber que ciertas cosas sucederían, para convertir unas lindas vacaciones en un curioso viaje.
Sí, definitivamente un viaje.

Y el mismo comenzó así:


Estábamos excitadísimos. Queríamos abrir las ventanillas del avión de un codazo y comenzar a golpearlo al canto de

"Piloto, piloto, apure esos motores, que en este avioncito nos morimos de calores!!" (re boludo)

Por suerte las azafatas nos tranquilizaron con un bizcocho y mucho jugo de manzana.
Tras de 8 horas de vuelo, después de haber despegado del pequeño aeropuerto internacional de Auckland, aterrizamos en el inmenso aeropuerto internacional de Bangkok.
En Nueva Zelanda nos habíamos relacionado con Kiwis de todas las edades (Grandma, Tony, Tracy, sus hijos, Bobbie, etc) excepto con muchachos de nuestra edad (ninguno, etc)
Es curioso que hayamos tenido que viajar a Asia para, después de 10 meses, conocer dos jóvenes neozelandeses.

Apenas salimos del aeropuerto y apenas nos preguntamos con Stephane "Y ahora qué hacemos?" dos muchachos se nos acercaron y nos dijeron de compartir un taxi.
Sus nombres eran Gwen y Alex, y eran hermanos. Su historia era interesante: Ambos habían nacido en Zimbabwe (curiosamente escuché mucho sobre este país, mientras que anteriormente lo único que sabía de Zimbabwe era la letra de Traición a la Mejicana)

Gwen y Alex eran blancos como dos merengues. Su padre era un abogado neocelandés y su madre era africana.
Vivían felizmente en el continente negro, hasta que un buen día el gobierno malvado de Zimbabwe, liderado por el famoso King África, se expropió de su granja (y de las granjas de muchos blancos más), y por eso decidieron mudarse a Nueva Zelanda, solo 4 años atrás, donde actualmente residían tranquilamente.
Del aeropuerto fuimos directo al centro, nos bajamos del taxi y, ya sin lugar a dudas, estábamos en Bangkok, y estábamos en Asia!

Siempre trato de ser sincero con las apreciaciones del viaje. Si algo es lindo digo que es lindo. Si algo es feo digo que es feo. Si algo es más o menos, digo que es lindo, etc.
La cuestión fue que caminamos unos metros por Kao San Road (la peatonal principal donde están la mayoría de Hostel y turistas) y mi primera impresión fue muy negativa.
Tal vez fue porque nos vieron con mucho equipaje y Stephane todavía no se deshacía de su enorme valija con rueditas, no lo sé. Lo único que sé es que decenas de vendedores ambulantes se nos tiraron encima como hienas hambrientas y nos tironeaban de los brazos para que comprásemos cosas o entremos a ciertos locales.

"Marihuana, marihuana!" ofrecían
"Bum Bum, cheap Bum Bum!" esto significaba prostitutas o su prostitutos.
" Ping Pong Show, Ping Pong Show!" esto era un espectáculo de Ping Pong.

Cuando logramos deshacernos de ellos (la única manera es destruyendo el cerebro) entramos a un hostel ni mejor ni peor que el resto, llamado Marco Polo.
Para hacer economía pedimos una habitación para los dos. Eran todas matrimoniales, igualmente ya estábamos acostumbrados a compartir cama. El cuarto no tenía ventana, ni agua caliente, ni enchufe, ni nada. Directamente era un baúl donde guardarse durante la noche. Costaba 300 bats (US$ 8).

Cuando hacíamos el check in la mujer de la recepción nos dijo
- Y si quieren una prostituta acá está a mi amiga - y señaló hacia un sillón donde una tailandesa estaba tirada roncando con la boca abierta. Eran las 5 de la tarde.

Salimos con Gwen y Alex, quienes nos habían caído bien, y fuimos a comer. La calle estaba repleta de gente. Todos extranjeros o vendedores. Los turistas que vienen a Bangkok (o por lo menos a Kao San Road son todos muy cool. Todos con grandes tatuajes, anteojos negros, rastas, musculosas y mucho colgante.

Además de turistas, estaba lleno de basura y cucarachas de todos los tamaños y colores.
Igual lo peor de todo, eran los Lady Boys. La homosexualidad en Asia no está mal vista. Ver dos hombres caminando de la mano es tan común como ver palomas en la plaza. Y así como la homosexualidad no está mal vista, tampoco lo está la transexualidad. Para colmo los tailandeses son todo chiquititos, lampiños, de fina cintura y con rasgos afeminados, por lo cual, para mi, era dificilísimo identificarlo. Por suerte, Stephane tenía un radar biológico y a la distancia, me advertía.

"Lady Boy a las doce"

Fuimos a un restaurante y pedimos algo para comer. Los chicos se pidieron un café y yo un té.
Cuando estaba a punto de echarle azúcar a mi té veo que la azucarera estaba repleta de hormigas, por lo cual le informo amablemente a la moza.

- Hay hormigas en la azúcar – y esta estalló en carcajadas, tomó la azucarera y se fue a la cocina. A los dos minutos volvió con otra azucarera, con un poco menos de insectos.

Una vez terminado el té proteico, dimos una vuelta y era increíble lo mal que manejaban. No había semáforos, y cuando había no los respetaban (ni los autos ni los peatones), la única manera de cruzar era hacerlo corriendo esquivando motos y tuk tuks (una especie de taxi-motito). Era un peligro. A veces teníamos que esperar como 10 minutos antes de poder cruzar una avenida. Después aprendimos que la técnica era usar a un tailandés como escudo humano.
La primera impresión no fue buena. Toda era demasiado sucio, demasiado porno. Los vendedores eran muy molestos. Apenas se podía hablar por el ruido de los bocinazos. Todos gritaban. Todos vendían y se notaba que atrás de cada oferta había algo turbio.

Como no teníamos muchos bats fuimos a una casa de cambio y aquí empezó el proceso de empobrecimiento. Hasta el momento no había estado muy al tanto de la tasas de cambio y de cómo habían evolucionado las divisas con la crisis financiara internacional. En parte porque no tenía como enterarme y en parte porque nunca me había interesado el tema. En aquel momento habíamos llegado a Tailandia con algo así como 3400 dólares neozelandeses.
Recuerdo que 10 meses atrás (cuando llegamos a NZ con Juan) y habíamos cambiado divisas, NZ$ 1 valía US$ 0,85. Casi lo mismo.
Imaginen nuestra sorpresa cuando descubrimos que ahora NZ$ 1 eran US$ 0,55!

De esta manera de tener casi 3400 US$ pasamos a tener casi 1700 US$. Casi la mitad!!

Igual seguíamos pensando que teníamos suficiente para el viaje que al final al cabo era lo único importante. Tal vez ahora no podría comprar tantos regalos, o al menos no regalos grandes y desde ya volvería a Argentina sin un peso.

Como no teníamos mucho tiempo antes de nuestro pasaje a Indonesia, decidimos empezar lo antes posible y decidimos, juntos con Gwen y Alex, que lo mejor era encarar al día siguiente para el norte de Tailandia.


Pasamos la noche sin sobresaltos. Luego, ya en el mañana, Stephane quería comprar algo de ropa y a mi eso mucho no me divertía así que decidimos hacer la nuestra por separado.

- Stephane, acordate que en Tailandia tenemos tres días de trekking y no podemos ir con todo nuestro equipaje. Hay que deshacerse de todo lo que ya no necesitamos. Ropa de abrigo, etc. Yo hoy voy a mandar todas mis cosas a Argentina.
- Sí, sí, yo después hago lo mismo.

Salí del hotel y noté que el tiempo de adaptación para esta ciudad era de exactamente 24 hs, porque después de caminar solo 15 minutos me quedé enamorado de Bangkok. Todos los puestos de ropa, los templos, la gente y lo mejor de todo: la comida!! En todas y cada una de las calles se ven carritos que vendían todo tipo de comida. Todo frito, todo riquísimo. Tal vez no tienen mucha imaginación a la hora de cocinar pero saben exactamente lo que a la gente le gusta y no tienen ningún miedo a lograrlo, no importa que no sea sano y no importa que no sea limpio. Lo único que importa es que sea rico! Mi carrito favorito era uno que vendía tostadas calientes con manteca derretida y azúcar. Simplísimo y al mismo tiempo genial!


Esa tarde fui al correo y mandé mi querida compu (que ya había paseado sufíciente) y mis cosas a Argentina. Cuando volví al hotel a eso de las 17, Stephane estaba en el baño. Cuando salió, me miró con los ojos muy abiertos y tenía un aspecto, por alguna razón que no lograba descifrar, escalofriante.

- Qué te parece? – me preguntó contento
- Qué cosa? – algo en su cara me daba mucha impresión. No sabía qué era.
- Mis ojos! Me compré lentes de contacto color celeste! Y después me voy a teñir de rubio.

Y acto seguido empezó a mostrarme varias remeras, unas pulseras que lucía en la muñeca y en los tobillos y otras nuevas adquisiciones.

- Las remeras son muy lindas. Los ojos celestes, no sé. Medio raro… Che, en dos horas nos vamos al treking. Mandaste tus cosas por correo?
- Uy, no! Me olvidé Ahora voy! – metió todas sus cosas en su valija y salió corriendo.

A la media hora volvió con las manos vacías.
- Y? cómo te fue?
- Bien, igual al final no mandé nada. Era muy caro. Me pareció mejor vender todo.
- Vendiste toda tu ropa?... A cuánto?
- 500 bats (aprox. 10 dólares)
- Qué? Todos tus libros, todas tus camisas, la campera de corderoy, la misma valija? Todo por 500 baths?!

Lo habían re cagado. Encima había vendido los regalos que nos habían dado Tony y Tracy y un montón de recuerdos más. No entendía nada. Varios días después descubrí que el correo le había cerrado si bien nunca lo quiso reconocer.

Finalmente nos encontramos con Gwen y Alex y nos fuimos a la Terminal para tomarnos el ómnibus que nos llevaría al medio de la selva tailandesa, a hacer este treking tan famoso.

- Stephane, no me había dado cuenta que tenías ojos azules. – le comentó en un momento Gwen.
- Haha…Sí… son celestes, tengo ojos celestes.- le respondió el francés. Yo no lo podía creer. Cómo podía mentir así al frente mío.


El treking estuvo espectacular. Caminamos tres días durmiendo en tribus tailandesas, en casas hechas solamente de bambú. Montamos elefantes, hicimos bambú rafting y toda la gilada. La gente de nuestro grupo resultó ser muy simpática y con muchos mantuvimos contacto. Gwen y Alex no tenían planes de visitar Vietnam por lo cual nos separamos. El siguiente destino fue Laos. Este país es todo selva, excepto por unas pocas ciudades y unos pocos pueblos muy lindos. En uno de ellos, Luang Prabang, nos sentimos tan a gusto que nos quedamos 4 días.

Luego vino el turno de Vietnam, que era el lugar que personalmente más me interesaba conocer. Este país, en teoría comunista, me pareció uno de los países más capitalistas que he conocido. Lo único que tiene de comunista es que hay un único partido (comunista, claro). Sin duda, la democracia es mejor, ya que permite otras formas de gobierno. En Argentina hay un partido comunista, el cual todos tienen la libertad de votar. En cambio en Vietnam la única forma de cambiar de partido sería con una revolución, y lamentablemente, una revolución violenta, ya que la gente que está en el poder, obviamente no quiere dejarlo.
En Ho Chi Min visitamos el museo de la guerra. Bastante desagradable.
Pobres vietnamitas. Toda su historia la vivieron en guerras.
Primero contra China, luego Francia, Estados Unidos, Cambodia y ellos mismos. Igualmente ahora, que ya no se pelean más entre ellos, se están perfilando como la principal potencia de Sudeste Asiático.

Stephane resultó ser comprador compulsivo. Se compraba de todo, por lo cual tuvo que comprar dos valijas más, y una con rueditas.
Encima hacía desastres financieros. Primero cambió 3000 dólares de nueva Zelanda a dólares yanquis, perdiendo plata. Luego en Vietnam cambió muchísima plata a dong (la moneda de Vietnam) por lo cual solo unos días después tuvo que volver a cambiar todo a la moneda de Cambodia. Con cada cambio perdía plata y derrochaba a lo loco de manera negligente.

En Cambodia solo estuvimos unos pocos días y no nos pareció gran cosa. El 15 de diciembre (cumpleaños de Malena y Ezequiel) volamos a Indonesia, para luego ir a Bali, una isla tropical muy linda.

Indonesia es un país interesante. Primero porque son 20 000 islas y luego porque es musulmán, y allí pude comprobar que la rigidez y severidad de sus reglas y castigos no era un invento. Seguramente a Siva le hubiesen cortado una mano si lo atrapaban. (La religión oficial de Malasia también es el Islam).

Por ejemplo, antes de aterrizar, en el avión nos pasaron un video informativo donde decía
“ El castigo por tenencia de drogas (turistas incluidos) es LA MUERTE!” (100% textual salvo por el signo de exclamación)

En Bali la pasamos muy bien y nos hicimos amigos de dos coreanas con las que estuvimos dos días. Stephane se enamoró de una de ellas, si bien 24 hs después estaba enamorado de otra.

El 23 de diciembre nos tomamos un ferry y un micro a Yakarta, ya que el 24 a la tarde teníamos nuestro vuelo a Singapur donde pensábamos pasar Navidad.
Habíamos escuchado en más de una oportunidad que viajar en Asia era difícil porque siempre aparecía una que otra sorpresa. Ya estábamos a punto de descreer de tal premisa pues hasta aquel entonces todo había salido a la perfección. Ningún vuelo cancelado, ningún robo, ni nada por el estilo. Sin embargo aquí sucedió algo que fue el desencadenante de muchísimas cosas.
Cuando estábamos a mitad de camino entre Bali y Yakarta, hubo un embotellamiento terrible, que hizo que llegáramos al aeropuerto 10 horas más tarde de lo planeado y de esa manera perdimos nuestro vuelo a Singapur.
Más allá de que cualquier pasaje de Yakarta no costaba menos de 400 dólares NZ, lo que nos molestaba era pasar Navidad allí, especialmente Stephane que era muy religioso. Fuimos agencia por agencia preguntando por pasajes pero estaban todos reservados.

- Lo mejor va a ser que pasemos la noche acá, y mañana temprano tomarse un vuelo a Singapur o adonde sea. – propuse
- Bueno…- respondió con tristeza Stephane. – Y la Navidad?
- Podemos ir al MacDonalds del aeropuerto y comernos un buen combo.

Mientras cenábamos yo conté mi plata. Me quedaban 2000 dólares NZ.
- Y vos? Cómo andás de dinero? – le pregunté por lo cual sacó su billetera, contó su plata y me respondió
- Me quedan 200 dólares yanquis.
- Qué? Ya te quedaste sin plata?! – era increíble. En un mes había gastado 3600 dólares NZ. Dos mil más de lo que había gastado yo!
- Si… voy a tener que empezar a usar mi tarjeta de crédito.- concluyó

Después de cenar y de un brindis de Coca Cola sin hielo, a eso de las 21, buscamos un lugar apropiado para pasar la noche. Yo saqué mi bolsa de dormir, me hice una almohada de remeras y estaba muy cómodo. Sin embargo, el francés seguía sin bolsa y me dio un poco de pena. Como no se quería acostar en el suelo me dijo que se quedaría sentado, despierto, leyendo toda la noche.

A los pocos minutos me dormí.

Cuando me desperté, miré a mi alrededor y el aeropuerto estaba vació excepto por algunos pasajeros que también dormían. Miré mi celular y eran las 2 de la mañana.
Al lado mío vi una nota, la tomé y leí lo siguiente (trascripción 100% textual)


“Fizu

You will not find me this morning. For some reason I cannot explain to you I had to leave. Anyway, continue your trip until our flight from Kuala Lumpur to Chennai on the 12th of January. We will meet in the airport and I will send you by email your flight ticket.

I know it looks very strange but I only tell you that I am not really a banker and my true profession oblige me to leave for a while.

We keep in touch by email.
Be sure I cannot act differently.

Take care Fizu



Your friend

Stephane”



Traducción

“Fizu

No me encontraras esta mañana. Por alguna razón la cual no puedo explicarte tuve que irme. De todas formas seguí con tu viaje hasta nuestro vuelo de Kuala Lumpur a Chennai el 12 de enero. Nos encontraremos en el aeropuerto y te mandare los pasajes por mail.

Yo se que todo parece muy raro, lo único que puedo decirte es que en realidad no soy un banquero y mi verdadera profesión me obliga a irme por un tiempo.

Nos mantenemos en contacto.
Sabe que no puedo actuar diferente.

Cuidate

Tu amigo

Stephane”


Leí la nota una vez más. No me sorprendió. Doble la carta y me la metí en el bolsillo. Acomodé mi almohada y me volví a acostar.

- Feliz Navidad para mi – dije en español.

Y los pocos minutos me dormí.

Sí, definitivamente un viaje.

16 comentarios:

Anónimo dijo...

a la mierda!
ya se su profesión
STEPHANE ES PAPA NOEL!

x dijo...

Ok. El anterior fue mi mensaje de sorpresa. Ya quiero leer el proximo post!

En otro orden de cosas, sé que estás algo ocupado como para sentarte a escribir más largo y tendido... pero metiste muchas cosas en un solo Post! Se me hace que te estás guardando más de una anécdota! Propongo que cuando regreses publiques entradas con retroactividad y detalles más en profundidad este capítulo!

Abrazo!

x dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
x dijo...

Hipotesis 2

Para mí que Stephane es en realidad Eddie Murhpy, en otra de sus multifaceticas interpretaciones, preparando el personaje para una pelicula en la que interpreta un banquero frances que viaja a nueva zelanda.

x dijo...

Hipotesis 1

Para mí que Stephane es al mismo tiempo Siva

Anónimo dijo...

se veia venir algo turbio
tendra algo que ver el cambio de look?
me siento casi como con Siva
tendrá sus motivos, pero podria haber avisado

primero lo del castillo, perdonado
pero inventar una carrera y un trabajo...

acaso todos los extranjeros en paises lejanos inventan su vida?

Maria en realidad era prostituta en Bangkok seguro
nohaymascapituloX?

Guillermo Watson dijo...

a la paipet, más enroscado que lost.. Fizu, estás seguro que Stephane no es... tu hermano?

Anónimo dijo...

Amo tu blog! es mi lugar preferido de internet de la temporada primavera-verano 09!
Besos, y gracias por los geniales relatos compartidos.

Anónimo dijo...

NOOOOOOOOO. stepahane es espia!!!!
Che fizu copate y no resumas tanto asia

kiwijuan dijo...

Lo dije siempre ese flaco no valia nada, nadi me creyo!!
Igual siempre me queda la duda si verdaderamente no es un espia, si no fuera que lo conoci y se que es inutil para todo, es lo opuesto a james bond, jaja.
Abrazo fede, con mati intentamos copiar tus pasos de baile pero ni cerca estamos.

David dijo...

Cuánto dramatismo, chee. Ya se la profesión de Stephane: drama queen.

Unknown dijo...

¡No lo puedo creer! Y yo que lo vote como personaje favorito...
¿Puedo cambiar mi voto?




Matías

Daniela & Julián dijo...

Stephane es un amigo imaginario que inventaste para paliar la fría realidad de saber que estamos solos, siempre, en cualquier país.
O es Papá Noel, no sé.

x dijo...

Genial, Monomanco! La mejor hipotesis!!

Mhhh... para mí que, como en el club de la pelea, en realidad stephane sos vos mismo.

Anónimo dijo...

hola a todos!!!! ya mismo procedo a saludar!!

Anonimo 1: jajajaja, claro!! Se tuvo que ir a entregar los regalos! Como no se me ocurrio. Eso si, flojo que no me dejo ninguno.

HAS: si, seguro. despues cuando tenga mas tiempo voy agregar algunas cosas.
Jjaja, yo tambien hice una lista de posibles hipotesis, pero un poco mas reales.
abrazo grande!!!


anonimo 2: no todos los extranjeros inventan una nueva vida pero si un grupo de ellos. He hecho un clasificacion sobre los viajeros que habla sobre ello. Calculo que profundizare en el tema mas adelante.

no, no mas capitulo secreto, de ahora en mas va todo por este.

saludos!!

guillermete: hermandad con Stephane... una posibilidad mas.
abrazo!

anonimo 3: Muchas gracias!! Esta clase de saludos tan buen onda son los que me motivan a sentarme una hora mas en estos ciber de porqueria, llenos de mosquitos con teclados que no andan!!!
Gracias otra vez!
Saludos!

Morsela: Stephane espia... siempre estas un paso adelantado.
Ya se que adelante mucho. Mi idea era hacer un capitulo de cada pais, pero quiero terminar el blog antes de mi vuelo a Argentina,por eso tuve que dar prioridad a ciertas cosas. Igual Asia todavia no termina, confia en mi criterio guionista.

Juan: Si, ya se. Esta documentado que siempre pensaste que era un gilazo y estaba en lo cierto.

Con respecto al baile, cuando estemos en BsAs te podes inscribir con el Gato, en la Clinica de Bailes no Convecionales, Morsa&Fizu. Si pagas todo el curso completo hay 20% de descuento y ademas otorgamos 2 becas por semestre a los estudiantes que mas lo necesiten... y el Gato lo necesita urgente! :)

david: sii, demasiado, ya se. A veces pareciera que lo hicieran aproposito.

matias: si abro las encuestas, todos van a votar a Stephane, de la misma manera que casi todos votaron al chorro de Siva!

Monomanco: jajaja, me estoy asustando ahora!

has: posta seria groso, lastima que ya se les ocurrio en el club de la pelea!

abrazo para todos y ya corrijo y pongo el nuevo cap.

abrazooooo!!

Fizu

Anónimo dijo...

teniendo en cuenta lo que se cuenta en el capítulo, considero que el título debería ser "...y Nochebuena en Yakarta"
ya que el día de navidad se desarolla en el próximo episodio

coordialmente
anónimo